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miércoles, 26 de junio de 2019

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo XIV: Movimiento retrógrado de los planetas

Movimiento retrógrado de los planetas

A veces se ve que los planetas se mueven de este a oeste, a veces de oeste a este, y otras veces parecen estacionarios, y se afirma que "la hipótesis del movimiento de la tierra es la explicación natural y fácil, y que sería en vano buscarlo de cualquier otro sistema". Para aquellos que han adoptado la teoría newtoniana, el lenguaje anterior es bastante natural; pero cuando se demuestra que el fundamento mismo de ese sistema es erróneo, debemos buscar la causa tal como existe realmente en los cielos, independientemente de cada hipótesis y consecuencia. Una observación cuidadosa ha demostrado que el avance, el reposo aparente y la retrogradación de un planeta es un resultado mecánico simple. Todas las órbitas están por encima de la tierra; y cada vez que un espectador se encuentra en una posición tal que un planeta se mueve de derecha a izquierda, solo tiene que esperar hasta que llegue al final o parte de su órbita más cercana, cuando, mientras gira para atravesar el otro lado de la órbita, pasará, durante un tiempo, en una dirección en la que la línea de visión es una tangente Una buena ilustración se encuentra en una carrera elíptica o circular. Una persona parada a cierta distancia fuera del campo vería a los caballos entrar por la derecha y pasar delante de él a la izquierda; pero al llegar al arco extremo, pasarían por un tiempo en dirección de, o en paralelo, a su línea de visión, y, por lo tanto, por un tiempo parecerá que no progresan, pero al entrar al otro lado de la pista, el espectador los verá moverse de izquierda a derecha, o en dirección contraria a la que pasaron antes frente a él. El siguiente diagrama, fig. 99, ilustrará esto.

Fig. 99
S representa el lugar del espectador. Es evidente que un cuerpo que pasa de A a P, lo hará de derecha a izquierda; pero durante su paso de P a T parecerá que no se mueve a través del campo de visión. Sin embargo, al llegar a T y pasar a B, se vería moverse de izquierda a derecha; pero de B a A volvería a parecer casi estacionario.


El movimiento retrógrado de los planetas es aparente, pero en la antigüedad se pensaba que era real. El modelo de universo de Ptolomeo, con sus ciclos y epiciclos, intentaba dar cuenta de esos movimientos.

Tal vez sea conveniente señalar que Ptolomeo nunca dudó de la esfericidad terrestre. Consideraba que la Tierra se encuentra situada en el centro del Universo y el sol, la luna y los planetas giran en torno a ella arrastrados por una gran esfera llamada "primum movile", mientras que la Tierra es esférica y estacionaria. Las estrellas están situadas en posiciones fijas sobre la superficie de dicha esfera.

También, siempre según la teoría de Ptolomeo, el Sol, la Luna y los planetas están dotados además de movimientos propios adicionales que se suman al del primun movile. Afirmaba que los planetas describen órbitas circulares llamadas epiciclos alrededor de puntos centrales que a su vez orbitan de forma excéntrica alrededor de la Tierra.


Pero luego se produjo una revolución científica con Copérnico, uno de los astrónomos más importantes de la Historia, con la publicación en 1543 del libro "De Revolutionibus Orbium Coelestium".de la teoría heliocéntrica, que ya había sido propuesta originalmente por Aristarco de Samos en el Siglo III aC. (mucho antes de que existiera la NASA!) gracias a la cual se podían explicar esos movimientos como una ilusión y no como algo real. Con la llegada de la teoría heliocéntrica se explicó dicho movimiento retrógrado con las posiciones de los planetas en sus órbitas alrededor del sol.

En la siguiente animación del movimiento de la Tierra y Marte podemos ver que parece que Marte retrocede, aunque no lo hace. La parte superior del gráfico es lo que se percibe en el cielo (un bucle), la parte inferior es lo que objetivamente ocurre.


Volviendo a Rowbotham, el mayor fallo en su "explicación" es colocar a la tierra fuera del sistema. Tal cosa no tiene absolutamente ningún sentido, ni siquiera en el sistema geocéntrico; utilizando su propia analogía, el observador debería estar ubicado en el interior de su pista de caballos. Si lo hubiera hecho, habría tenido un verdadero problema para explicar el movimiento retrógrado de los planetas 

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jueves, 13 de junio de 2019

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo XIV: Diferencia en tiempos solares y siderales

Diferencia en tiempos solares y siderales

Se comprueba por observación que las estrellas llegan al meridiano unos 4 minutos más pronto que el Sol cada 24 horas, usando el tiempo solar como referencia. Esto es un hecho tal y como se observa en la naturaleza, pero la teoría de la redondez y el movimiento sobre ejes y en una órbita no le da cabida. Hace falta ignorar la verdad visible, porque esta teoría se interpone, e impide entenderlo a sus devotos. Lo que está claro y es consistente con todo hecho conocido, y con la evidencia directa en sus sentidos, debe interpretarse o traducirse en idioma teórico. Debe llamarse "una ilusión de nuestros sentidos", y debe afirmarse que es un resultado solamente aparente; siendo la causa real el movimiento progresivo de la Tierra alrededor del Sol es lo que se llama la eclíptica, el plano de la cuál se supone que está inclinado respecto al ecuador 23° 28'.




Este título es especialmente interesante. Rowbotham se limita a decir que la explicación que ofrece la ciencia a algo que cualquiera puede observar es falsa, pero omite cuidadosamente exponer alguna explicación alternativa, seguramente porque no tiene ninguna.

Un día solar es el tiempo empleado por un punto cualquiera de la superficie terrestre para encontrarse de nuevo, luego de lo que a un observador terrestre le parece ser una rotación, exactamente en la misma posición respecto del Sol.

En realidad el día solar equivale a algo más que una rotación, porque cuando el punto ha dado la vuelta completa no queda, como debiera, en la misma posición respecto del Sol. La razón de esto es que mientras efectuaba la rotación, la Tierra simultáneamente se trasladaba siguiendo su órbita alrededor del Sol.

Cuando el punto de referencia completó su rotación la Tierra ya se trasladó casi 2.500.000 km., de modo que para volver a ver el Sol habrá que girar un poco más, como se ve en la siguiente figura


El día solar es algo más que una rotación. El día sideral o sidéreo, utilizado habitualmente por los astrónomos, también se basa en la rotación de la Tierra; pero en este caso se toma como referencia una estrella lejana

Las estrellas están a tal distancia (la más cercana a muchos billones de kilómetros) que los movimientos de la Tierra pierden comparativamente toda importancia y en consecuencia basta una rotación completa para que el punto de referencia vuelva a encontrarse exactamente frente a la misma estrella. Entonces, el día sideral es ligeramente más corto que el día solar, pues este Último equivale a una rotación y algo más.

De todas maneras, ni el día sideral es exactamente de 23h 56m 04s ni el solar de 24 horas. En ambos casos se trata de días medios (día sideral medio y día solar medio). La Tierra no gira alrededor del Sol a la misma velocidad en toda su órbita, a medida que se acerca al perihelio va más deprisa y a medida que se acerca al afelio va más lenta. Es decir, tanto el día solar como el día sideral van cambiado a lo largo del año y lo que se toma es el día sideral medio (23h 56m 04s) y el día solar medio (24 horas).


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