jueves, 31 de enero de 2019

Pierre Louis Maupertuis

En la época de Galileo se pensaba que si la Tierra rotaba se deberían percibir intensos vientos constantes (tal como afirman los terraplanistas del Siglo XXI). Como eso no ocurre, estaba claro que la Tierra es inmóvil. En 1638 Marin Mersenne (1588-1648) disparó hacia el cénit una bala de cañón para comprobar si caía alejado de la vertical. En cualquier caso, la primera prueba indicadora de la rotación de la Tierra se debe al filósofo, matemático, físico y astrónomo francés Pierre Louis Moreau de Maupertuis (1698-1759) que midió el arco geodésico al sur de Laponia y llegó a la conclusión de que la Tierra está achatada por los polos, según había teorizado Newton, lo cual suponía una prueba indirecta de dicha rotación.
Maupertuis
Tras abandonar la carrera militar, Maupertuis se dedica al estudio de las matemáticas, ingresando en 1723 en la Académie des sciences. Publica diversos trabajos de mecánica y astronomía, así como algunas “observaciones y experiencias” sobre animales aún mal conocidos en la época, como las salamandras y los escorpiones.
En 1728, visita Londres, momento decisivo en su carrera: es elegido miembro de la Royal Society y allí descubre las ideas de Isaac Newton, en particular la atracción universal, de la que se vuelve un ardiente propagandista en Francia.
De hecho, Maupertuis tiene mérito en girar hacia Newton, ya que en esa época es la teoría cartesiana de los vórtices la que se sigue en Francia, aceptada para explicar el funcionamiento del universo: según René Descartes, los movimientos de los planetas se deben a su arrastre por “vórtices de una materia sutil que ocupa espacios intersiderales”.
Cuando Maupertuis regresa a Francia, el debate entre partidarios de Descartes y de Newton toma una dimensión cada vez más espectacular, cristalizándose en particular alrededor de la pregunta de la forma de la Tierra: teniendo en cuenta consideraciones teóricas, Newton establece que, debido a la atracción universal,  la Tierra tiene forma de un elipsoide de revolución, achatado por los polos, en contra de la opinión del cartesiano Jacques Cassini que afirma al contrario que está abombada al nivel de los polos. Maupertuis se posiciona abiertamente a favor de la teoría newtoniana, publicando en 1732 su Discours sur les différentes figures des astres, aunque la controversia indica que sólo las medidas directas pueden zanjar el debate.
La Académie des sciences organizó dos expediciones para solucionar el problema, con el objetivo de medir la longitud de un arco polar y de un arco ecuatorial para determinar la forma de la Tierra. La primera tiene lugar en 1735 en Perú a cargo de Louis GodinPierre Bouguer y Charles-Marie de La Condamine. Una segunda expedición partió desde Dunquerque el 2 de mayo de 1736 con los científicos Alexis Clairaut y Anders Celsius entre otros, bajo la dirección de Maupertuis. Establecieron una base en Tornio, en el norte de Finlandia, y lograron realizar sus mediciones a pesar de los problemas de ser atacados por insectos en verano y de sufrir un clima de frío insoportable durante el invierno. 

Se midió una línea de base que cubría 14,3 kilómetros en el río Tornionjoki congelado, con lo cual se calculó la longitud de un grado de arco del meridiano mediante triangulación. El sitio de medición más al sur fue el campanario de la Iglesia Tornio y el más septentrional fue la Montaña Kittisvaara, ubicada a unos cuatro kilómetros al norte del centro municipal de Pello. Un monumento, llamado Maupertuis Memorial, fue erigido en la montaña Kittisvaara en 1956 para conmemorar la expedición y hoy es un destino turístico muy popular.



Naufragaron en el Báltico en su viaje de regreso, pero lograron mantener los registros de sus observaciones sin daños. De vuelta en París, asistió a la reunión de la Academia el 20 de agosto de 1737, informando que sus resultados confirmaron que la Tierra estaba oblata, 
Maupertuis informó que la longitud de un grado se definió en Laponia como 57.438 toise (una unidad de medida francesa que equivale a 1.95 metros). Este hallazgo, comparado con el valor de 57.070 en un sitio cercano a París, mostró que la Tierra está aplanada en sus polos. 



Aunque más tarde se descubrió que las mediciones contenían errores significativos, todavía estaban en la dirección correcta y eran científicamente revolucionarias de varias maneras. Con los hallazgos obtenidos en su expedición, Maupertuis y su grupo de científicos pudieron probar que la teoría de Newton era realmente correcta: La tierra se aplana en los polos.



El achatamiento polar es una consecuencia de la fuerza centrífuga provocada por la rotación terrestre. Esta fuerza, máxima en el ecuador y nula en los polos, deforma la Tierra dilatándola en la faja ecuatorial.

En el caso de la Tierra, el achatamiento polar tiene un valor de 0,00335; con un diámetro ecuatorial de 12.757 km y un diámetro polar de 12.713 km. La magnitud es tenida en cuenta en la astronáutica porque un satélite que deba moverse en una órbita muy baja y no ecuatorial encontrará periódicamente variaciones en la forma de la Tierra que afectarán a su trayectoria. En efecto, el abultamiento del planeta evitará que la órbita (elíptica) siga con exactitud las leyes de Kepler, debido a que una mayor cantidad de materia en ciertos lugares (cerca del ecuador) producirá una superior atracción gravitatoria en ellos.

Precisamente, fue el estudio de los movimientos de los primeros satélites, y la irregularidad de sus movimientos en comparación a las trayectorias calculadas con antelación, lo que puso de manifiesto el valor exacto del achatamiento polar, hasta entonces sólo conocido por mediciones geodésicas.

No es raro que los terraplanistas intenten utilizar el argumento del "supuesto achatamiento" para descartar a las fotografías de la tierra, ya que no se aprecia el mencionado fenómeno en las imágenes. Un achatamiento de 0,00335 significa que una imagen de la tierra de 500 pixeles de ancho en el ecuador como la que se muestra a continuación, tendrá 498 píxeles en su diámetro polar, una diferencia absolutamente imperceptible a simple vista



miércoles, 30 de enero de 2019

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo XIV: La analogía a favor de la redondez - Eclipse lunar: una Prueba de la redondez - La supuesta manifestación de la rotación de la Tierra

Capítulo XIV: Examen de las llamadas "pruebas" de la esfericidad terrestre 

Analogía a favor de la esfericidad.

Para aquellos que no son estrictamente lógicos, un "argumento" favorito, en apoyo de la forma globular de la Tierra, es que "como todos los cuerpos celestes son mundos, y visiblemente redondos, pueden, aunque no tan necesariamente la Tierra, ser vista como una de la misma categoría?"

Esto es solo aparentemente aceptable. En realidad es una pieza de autoengaño. Debe probarse que las estrellas son mundos; y para hacer esto, o para hacer que sea posible, deben probarse que están a millones de millas de distancia de la Tierra y entre sí, y que tienen cientos o miles de millas de diámetro. Por trigonometría plana, en conexión especial con líneas de base cuidadosamente medidas, se ha demostrado, más allá de toda duda, que el sol, la luna, las estrellas, los cometas y los meteoros de todo tipo están a una distancia de unos pocos miles de kilómetros del nivel del mar de la tierra; que son objetos muy pequeños, por lo tanto no son mundos, y por analogía, no ofrecen ninguna razón lógica o pretexto para concluir que este mundo es globular.


Eclipse lunar: una prueba de esfericidad.

A pesar de que el tema de los eclipses lunares ya se ha discutido, casi no se tiene en cuenta porque nuevamente forma parte de la categoría de supuestas evidencias de la esfericidad de la Tierra. Aquellos que sostienen que la Tierra es un globo a menudo afirmarán, con marcado entusiasmo, que en un eclipse de luna hay "pruebas positivas" de la esfericidad. "¿No es la sombra de la Tierra en la Luna, siempre redonda?" "¿Podría cualquier cosa que no sea un globo proyectar una sombra que en todo momento, y en todas las posiciones, sea visiblemente circular?". "¿Un plano no debería proyectar en la Luna una sombra que, a veces de lado, aparezca como una barra o una línea recta a través de ella?" A pesar de lo admisible de estas preguntas, faltan los requisitos esenciales de un argumento. Que el objeto celeste "eclipsador" de la luna sea una sombra es una suposición, sin ninguna otra prueba expuesta.

Se ha demostrado claramente lo contrario: que la luna no está eclipsada por una sombra; que es auto-luminosa, y no simplemente un reflector de luz solar, y por lo tanto no podría ser oscurecida o eclipsada por una sombra de cualquier objeto; y que la tierra está desprovista de movimiento, ya sea en ejes o en una órbita a través del espacio. Por lo tanto, llamar a eso un argumento a favor de la esfericidad de la tierra, donde solo se asume toda proposición necesaria, y en relación con la cual abunda la evidencia directa y práctica en contra, es para atrofiar el juicio y toda otra facultad de razonamiento.


Por lo tanto, hemos visto que en todos los casos en los que se intenta probar la esfericidad de la tierra, las premisas no garantizan la conclusión, que es prematuramente concluida antes de que todo el tema se plantee y se examine de manera justa, y cuando otras causas visibles son ampliamente suficientes para explicar los fenómenos, en cuya interpretación se enmarca originalmente la teoría de la esfericidad .

La misma acusación se puede hacer contra los pocos casos de movimiento de la tierra. Para explicar el día y la noche, se supuso que la Tierra giraba una vez cada veinticuatro horas. Las únicas pruebas directas ofrecidas son las peculiaridades que acompañan a las oscilaciones de un péndulo largo y la tendencia de los vagones ferroviarios a descarrilar cuando se desplazan en líneas en dirección norte o sur.

En la primera parte del año 1851, las revistas científicas, y casi todos los periódicos publicados en Gran Bretaña y en los continentes de Europa y América, se ocuparon de registrar y discutir ciertos experimentos con el péndulo, primero realizado por M. Foucault, de París; y el público se sorprendió por el anuncio de que los resultados proporcionaron una prueba práctica de la rotación de la tierra. El tema fue referido en la Gaceta Literaria con las siguientes palabras:
Todo el mundo sabe lo que se entiende por péndulo en su forma más simple, un peso que cuelga de un hilo a un punto fijo. Tal fue el péndulo experimentado hace mucho tiempo por Galileo, quien descubrió la conocida ley de las vibraciones isócronas, aplicable .Desde entonces, el tema ha recibido un minucioso examen, tanto teórico como práctico, por parte de matemáticos y mecánicos, y sin embargo, por extraño que parezca, el rasgo más notable del fenómeno no se ha observado y es completamente insospechado hasta las últimas semanas, cuando un joven y prometedor físico francés, el señor Foucault, quien fue inducido, mediante ciertas reflexiones, a repetir los experimentos de Galileo en el sótano de la casa de su madre en París, logró establecer la existencia de un hecho relacionado con él, que le da una respuesta inmediata y directa demostración de la rotación de la Tierra.
Supongamos que el péndulo ya descrito es puesto en movimiento en un plano vertical de norte a sur; el plano en el que vibra, a la observación ordinaria, parecería ser estacionario. Sin embargo, M. Foucault ha logrado demostrar que este no es el caso, sino que el plano se está moviendo lentamente alrededor del punto fijo como un centro, en una dirección contraria a la rotación de la Tierra, es decir, con los cielos aparentes de este a oeste. Sus experimentos se han repetido desde entonces en la sala del observatorio, bajo la supervisión de M. Arago, y se han confirmado por completo. Si se adhiere un puntero al peso de un péndulo suspendido por un cable largo y fino, capaz de girar en todas direcciones, y casi en contacto con el suelo de una habitación, la línea que este puntero parece trazar en el suelo, y que puede ser fácilmente seguida por una marca de tiza, se encontrará que es lenta, pero visible, y constantemente en movimiento, como la manecilla de un reloj. . . . El tema ha creado una gran sensación en los círculos matemáticos y físicos de París.
"Se propone obtener permiso del Gobierno para realizar más observaciones por medio de un péndulo suspendido de la cúpula del Panteón, siendo la duración de la suspensión un desideratum, a fin de que el resultado sea visible en una escala mayor, y asegure una mayor Constancia y duración en los experimentos ".
Posteriormente, se realizaron experimentos en el Panteón y se repitieron en casi todas las partes del mundo civilizado, pero con resultados tan variables y, en muchos casos, muy contrarios a las anticipaciones sugeridas por la teoría, que muchas de las mismas escuelas de filosofía newtonianas diferían la una de la otra, quedaron insatisfechos, y plantearon objeciones muy serias tanto al valor de los experimentos mismos como a la supuesta prueba que proporcionaron de la rotación de la Tierra. Un escritor del periódico Times del período, que firma mismo como "B.A.C.", dice:
"He leído los relatos del experimento parisino, como han aparecido en muchos de nuestros documentos, y debo confesar que todavía sigo sin estar convencido de la realidad del fenómeno".

La supuesta manifestación de la rotación de la Tierra

(...)
Además de las irregularidades tan a menudo observadas en el tiempo y la dirección de las vibraciones del péndulo, y que son bastante suficientes para hacerlas inútiles como evidencia del movimiento de la Tierra, el uso que los astrónomos newtonianos hicieron del hecho general de que el plano de oscilación es Variable, fue la más injusta e ilógica. Es cierto que los defensores de un mundo globular y giratorio no tenían un hecho o experimento único que pudieran señalar como prueba de su teoría, y "siempre se ha sentido el deseo de que se pueda idear algún método para hacer que esta rotación sea palpable para el mundo. sentidos. Incluso el ilustre Laplace participó en este sentimiento, y lo ha dejado en el registro; "aunque", dice, "la rotación de la tierra se establece ahora con toda la certeza que requieren las ciencias físicas".  (...)

Pero después de un tiempo, su clamoroso triunfo sobre todos los que habían dudado de la veracidad del sistema newtoniano cesó repentinamente. El cegador meteoro había caído al mar y se había extinguido. Una teoría engañosa los había alentado a una maraña de razonamientos falsos e ilógicos. Mucho antes habían asumido que la tierra tenía rotación diurna; y ahora, en lugar de admitir el simple hecho de que el péndulo, bajo ciertas condiciones, no mantuvo su plano original de vibración, nuevamente, contrariamente a todo principio de justicia y razón, se atrevió a desafiar "supongamos" que no fue el péndulo en absoluto, sino la tierra debajo de la que se "separó", y se alejó hacia el oeste.

El movimiento de la tierra se supuso que existía; y cuando todavía no había signos visibles de movimiento, nuevamente asumieron que su primera suposición era correcta, y afirmaron que lo que realmente se movía visiblemente no podía moverse, porque lo que no podía verse o no se veía que debía moverse debe ¡Estar en movimiento según su teoría o primer supuesto! (...) Su razonamiento había sido diestro, pero falso y tortuoso. Nunca se perpetró una mayor violación de las leyes de investigación. Todo el tema, tal como fue desarrollado y aplicado por los filósofos teóricos, fue en su mayor grado irracional y absurdo.


Repasando el texto, debo decir francamente que me resulta difícil decidir por donde comenzar.  Casi me parece un insulto a la inteligencia del lector intentar explicarle que la luna no tiene luz propia o que los demás planetas, fácilmente observables a través de un telescopio, son todos esféricos. Que haya escrito este libro a mediados del siglo XIX, no lo exime de desconocer los avances de la ciencia de su época. Ya entonces se conocían bastante bien las distancias a la luna, el sol y a la mayoría de los planetas. Su afirmación "Se ha demostrado, más allá de toda duda, que el sol, la luna, las estrellas, los cometas y los meteoros de todo tipo están a una distancia de unos pocos miles de kilómetros" ya carecía entonces de fundamento.

Este charlatán de feria (que descaradamente se hacía llamar "doctor")  dice además, con una audacia increíble, que "se ha demostrado" que la luna no es eclipsada por ninguna sombra. Hubiera sido muy interesante que presentara su explicación alternativa. De paso, podría haber explicado las distintas fases en una luna que emitiera su propia luz.

Siempre faltando a la verdad, la fórmula "Se ha demostrado" la emplea reiteradamente a lo largo de todo el libro, con el evidente propósito de evitar la necesidad de brindar explicaciones que, evidentemente, no tenía o que destruirían su fantasía.

Como el tema del eclipse lunar ya lo hemos tratado anteriormente, omitiremos abundar sobre el tema. Puede visitarse el post correspondiente siguiendo este enlace.

Concentrémonos entonces en el Péndulo de Foucault

Este conocido objeto diseñado por Jean Bernard Leon Foucault consiste en un péndulo simple en el que una esfera pesada, unida a un largo hilo metálico, se deja oscilar en cualquier dirección. Este movimiento oscilatorio se deriva de la fuerza de la gravedad sobre el objeto, que hace que comience a desplazarse, y de la inercia del propio cuerpo una vez está en movimiento hasta que otra fuerza se le oponga y lo detenga. En la teoría, el plano de oscilación de un péndulo debería mantenerse fijo en el espacio; pero la rotación de la Tierra provoca que el plano de oscilación vaya variando.
Foucault

Este hecho fue corroborado en 1851 por Foucault, quien decidió colgar un enorme péndulo dehabía girado” varios grados respecto a su trayectoria original.
68 metros de largo de la cúpula del Panteón de París. En la pesada esfera de 30 kilogramos situada en su extremo libre, Foucault colocó una fina punta metálica que iba dejando un trazo por el suelo cubierto de arena, lo que permitía seguir su movimiento de forma clara y precisa. Una hora después de que el péndulo comenzara a moverse, los sorprendidos presentes observaron el dibujo que se había formado en el suelo y que mostraba que el péndulo “

Señala Rowbotham que el experimento fue repetido"en casi todas las partes del mundo civilizado" con resultados variables. No hay nada extraño en ello: En los polos, un péndulo tarda 24 horas en completar un ciclo. En el Ecuador, el plano de oscilación del péndulo no se mueve. Por su parte, en ubicaciones intermedias el período se calcula mediante la fórmula:

T = 24 / sen q

donde T es el tiempo necesario para completar un círculo; y q es la latitud del lugar. Un detalle muy interesante e importante que los terraplanistas desconocen u omiten deliberadamente, es que el péndulo gira en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte, mientras que lo hace en sentido contrario en el hemisferio sur.

Finalmente, quiero llamar la atención sobre el último párrafo del segundo título, en el que podemos inferir la rigurosidad de las "pruebas" de Rowbotham:  Un artículo publicado en una fecha indeterminada por parte de un periodista anónimo, apenas identificado con sus iniciales, en el que afirma "no estar convencido". Contundente, no?


Agradecimiento especial
Para Pia Calvano, por su colaboración en la traducción del texto original en inglés.

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lunes, 17 de diciembre de 2018

Tres argumentos en contra de la curvatura refutados

Por John Phillips 
"El Inmortal"


"No hay curvatura ... solo es un cono de luz, distorsión radial, y la luz doblándose por magnetismo". Esas son algunas de las excusas propuestas por los Youtubers a favor de la idea de la tierra¨plana¨, y consecuentemente por quienes repiten lo que estas personas predican en sus canales. Podemos comenzar por el ¨cono de luz¨ propuesto por Youtubers de E.U, pero que Iru Landucci adoptó e incorpora en sus temas. Para entender mejor el asunto, hice una recreación de la ¨tierraplana¨ con un mini-sol tipo reflector de escenario a una altura mínima de 3000 km y un angulo central de 150 grados. (Es un cono recto no un cono oblicuo).




Al usar una cámara con un FOV de 60 grados (es casi como decir un lente de 35 mm), con una altura equivalente a 21 km que fue la máxima para el proyecto del ArFlat 1.0; no pudimos notar que el borde de la circunferencia de la base del cono, ¨aparentara como una curvatura¨ (enunciado terraplanista). Ahora bien, dejando la cámara a la misma altura, y reduciendo el ángulo central del cono a unos 5 grados, aparte de dejar a oscuras a la ¨tierraplana¨ casi en su totalidad, conseguimos ver el borde de la circunferencia de la base, estas son dos capturas, una sin ¨atmósfera¨, y la otra con ¨atmósfera¨.



Ahí lo tienen, la excusa del por qué ¨vemos como una curvatura, pero es un cono de luz¨. Sin embargo, dicho enunciado sufre de múltiples fallas, como ya vimos, la ¨tierraplana¨ quedaría a oscuras, casi por completo. Luego, mientras se gana altura, ¨mágicamente la circunferencia de la base del cono parece expandirse¨. Incluso, la vista hasta el horizonte coincide con el cálculo realizado para el caso del Globo Terráqueo, ¿Coincidencia? Por último, siempre que vemos un amanecer o un atardecer, y si el sol es lo que describen los terraplanistas, tal parece que a la base de la circunferencia se le olvida moverse junto con el sol, a menos que ahora digan que el cono no es recto, sino que es un cono oblicuo que cambia según esté amaneciendo, o atardeciendo.




La segunda excusa (esta es original de Landucci) es que las lentes ocasionan una distorsión radial (de barril) que nos hace ver la ¨tierraplana¨ como un circulo, algo parecido a la circunferencia de la base del cono de luz, pero causado por la lente. En un directo del 2 de diciembre en el canal de Youtube ¨Nur Para Todos // Iru Landucci // Tierra Plana¨ (Ir al video), así lo presentó en la hora 1:32:30. Posterior a su explicación, hizo una recreación sumamente básica en su programa Cinema 4D y ¨renderizando¨ con Arnold de Solid Angle. Al ponar una distorsión radial (de barril) tuvo que bajar la vista de la cámara para conseguir una vista del horizonte de forma convexa (no circular). En la primera imagen habilito una distorsión radial de barril de 90 grados de FOV (fisheye), con una cámara a 21 km de altura en lo que sería la ¨tierraplana¨, la cámara no tiene inclinación, por lo que el horizonte, ni el eje horizontal de la retícula, no se curvan a ningún lado. Luego inclino la vista de la cámara hacia abajo para hacer que el horizonte se vea convexo por la distorsión (no circular). La última imágen es del directo de Landucci, con la cámara inclinada hacia abajo, para conseguir el efecto.




Sin embargo, el asunto del supuesto ¨horizonte circular y no convexo¨ por la distorsión radial de Landucci, se cae fácilmente. Solo inclinamos la cámara hacia arriba desde lo que sería el nivel, ya que el efecto en el horizonte será el de apreciarse de forma cóncava.


La tercera excusa consiste en que si las dos anteriores fallan, es que la luz se dobla, y que la misma hace que el horizonte se aprecie curvo, mientras que la tierra es ¨más plana que un panqueque¨. Acá dejó el enunciado una persona (enlace) por el grupo principal de Tierra Plana en español (enlace), repitiendo lo que dice el Youtuber ¨Alpha Mind¨ (Ir al video).



Es evidente que estas personas no conocen ni entienden el comportamiento de una partícula al entrar con una velocidad determinada a un campo magnético. Tenemos casos como las lamparas de Neón y los CRT (Cathode Ray Tube), en donde hay partículas en movimiento con carga eléctrica; dependiendo del proceso, resultan los fotones que podemos ver, y a lo que llamamos luz.

Se les olvida de forma olímpica, que partículas como los electrones tienen carga eléctrica, mientras que los fotones NO TIENEN CARGA ELÉCTRICA. Por lo tanto, no ocurre una desviación cuando la luz entra a un campo magnético. Un breve repaso por La fuerza de Lorentz (ir al enlace) lo deja muy claro.


Vamos a calcular la fuerza con cualquier valor, y poniendo el valor de la carga eléctrica como cero.


Claramente el resultado de la fuerza es cero, así que no hay desviación; y así se cae por completo ese asunto de que la luz ¨se dobla¨ por el campo magnético de la Tierra, ¨haciéndonos creer que hay una curvatura¨ (Palabras de los terraplanistas).  No es creer que hay una curvatura ... la hay, solo que algunos quieren creer lo contrario, y para ello inventan toda suerte de excusas y postulados pseudocientíficos, para que las personas avalen la creencia y cosmovisión que hay detrás del terraplanismo. Les dejo un video en donde las ilustraciones de todo esto, son mas fáciles de entender. ¡Hasta la próxima!


martes, 11 de diciembre de 2018

Agencias espaciales: Brasil

En 1961 se crea el Grupo de Organización de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Gocnae), que se convertirá en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Cnae) en 1963, que funcionará hasta 1971, cuando es desactivado tras la creación del Instituto de Investigaciones Espaciales y la Comisión Brasileña de Actividades Espaciales (Cobae). En febrero de 1994 adopta su denominación actual.

En 1993 fue puesto en órbita  el primer satélite brasileño, el Satélite de Recolección de Datos (SCD-1), con la misión de recoger datos ambientales.

El SCD-1 fue lanzado por un cohete Pegasus (de la empresa Orbital Science) en febrero de 1993. Los productos del SCD-1 sirvieron a una variedad de operaciones ambientales y científicas. Una aplicación relevante fue el monitoreo de cuencas de ríos por medio de la Agencia Nacional de Aguas (ANA) y del Sistema de Vigilancia de la Amazonía (SIVAM).

China y Brasil establecieron un espacio de colaboración que produjo mucho fruto. Esta relación culminó en el proyecto y construcción de varios satélites para estudio y monitoreo de recursos terrestres: la serie CBERS.


El CBERS-1 fue lanzado en 1999 por un cohete chino Longa Marcha IV-B desde el centro de Taiyan, China. El CBERS-2 y el CBERS-2B vinieron en 2003 y 2007, respectivamente. La misión CBERS trajo relevantes contribuciones científicas a Brasil y sus productos se utilizan en muchos campos ambientales. Ejemplos de aplicaciones incluyen: estudios de deforestación, control de incendios en la región Amazónica, monitoreo de recursos hídricos, además de áreas urbanas y de plantación.

Brasil es el único país latinoamericano que participa en el Programa de la Estación Espacial Internacional (ISS). Marcos Pontes, ingeniero aeronáutico y teniente coronel de la Fuerza Aérea brasileña se entrenó desde 1998 en el centro espacial Johnson de Houston (EE.UU.) para llegar en octubre de 2005 a Rusia, con el propósito de familiarizarse con el funcionamiento de los cohetes Soyuz. En 2006 se convirtió en el primer astronauta brasileño desempeñando sus tareas en la Estación Espacial Internacional (ISS). Pontes ha sido designado como futuro ministro de Ciencia y Tecnología por el presidente electo Jair Bolsonaro, quien asumirá su mandato el 1º de enero de 2019

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El resultado del ArFlat 1.0

Por John Phillips 
"El Inmortal"

El 2 de diciembre del 2018, el equipo del ArFlat 1.0 mostraron en un directo en el canal de Iru Landucci (Ir al video), varias imágenes de las cámaras, especialmente, las que llevaban lentes rectilineales (5.4 mm Sensor Size 1/2.3 inch FOV Horizontal 60°). Según mostraron los datos de la telemetría, el globo alcanzó aproximadamente 21 km de altura

Click sobre las imágenes para ampliarlas


Tuvimos una predicción por así llamarle, sobre el ángulo de visión horizontal que tenían las cámaras con las lentes rectilineales, ya que tenían una obstrucción debido al pequeño orificio que le hicieron a la carga. Como se muestra, la única parte que ampliaron fue en la posición donde quedaba la Gopro con el lente de fábrica (fish eye lens). El ángulo de visión horizontal para ese lente de 5.4 mm es de 60°,sin embargo, debido a la obstrucción el ángulo de visión en la parte que es visible se redujo, así que ya no quedaron los 60° efectivos del lente, la siguiente imagen muestra una captura de los videos de prueba que así lo evidencia.



Sacando los cálculos, el FOV horizontal se redujo de 60° a unos 40° más o menos



De esa forma, así hayan llegado a 36 km de altura, la curvatura no iba a ser muy apreciable a simple vista, este es el cálculo teniendo en cuenta una altura de 21 km y un FOV de 40° para que puedan hacer comparaciones. También dejo esta calculadora gráfica de curvatura: (Ir a la calculadora)



Luego en el directo, las imágenes de las rectilineales no mostraban la obstrucción, pero el detalle es que posterior a la recuperación de la carga, pudimos observar las mismas configuraciones, no se había cambiado nada.




Pudimos determinar que habían cambiado el FOV de las cámaras Gopro del modo Wide (ancho), a el modo Medium (medio). Los fabricantes de las lentes rectilineales recomiendan usar el modo Wide, ya que el modo Medium puede presentar problemas de estabilidad y se puede presentar una distorsión conocida por efecto Rolling Shutter en sensores CMOS sin circuito para Global Shutter. Así que en un movimiento brusco se puede notar la distorsión, y eso es lo que le pasó a los del equipo Arflat al configurar las cámaras con las lentes rectilineales en modo Medium FOV, que hace un zoom digital y un recorte. Aunque es cierto que al poner las Gopro en Medium FOV para que no se viese la obstrucción como en el caso de las pruebas, el precio a pagar fue la susceptibilidad a sufrir la distorsión por el efecto Rolling Shutter. Este es un ejemplo de la distorsión, también se dejan capturas de cuando les ocurrió a ellos.




En esta página se hacía la misma recomendación de no usar el modo Medium FOV con una rectilineal para evitar problemas de estabilidad o evitar distorsión por efecto Rolling Shutter.



En resumidas, aun con ese poco FOV horizontal que quedó, en los videos siempre les salió el poco de curvatura que arrojan los cálculos. Cabe mencionar que era de esperarse, que el promotor del proyecto, Iru Landucci, ya tenía algunos ¨As¨ bajo la manga para explicar el por qué eso ¨no se trataba de la curvatura¨. Así que los espero en este video, en donde se considera a fondo, todo ese asunto.




lunes, 3 de diciembre de 2018

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo XIV: Luz solar continua en el extremo sur

Capítulo XIV: Examen de las llamadas "pruebas" de la esfericidad terrestre 

Luz solar continua en el extremo sur

Si la Tierra es un globo giratorio, moviéndose rápidamente en una órbita alrededor del Sol, con sus ejes de revolución inclinados hacia el plano de la eclíptica, como afirma la hipótesis newtoniana, puede haber una luz continua de seis meses alternando con seis meses continuados  de oscuridad continua, en los puntos axiales o centrales del norte y del sur. Que tal sea el caso en el centro norte es una cuestión de certeza, pero que lo es en el sur no hay evidencia positiva. Se han encontrado algunas declaraciones irregulares en los informes de los marineros que se han esforzado por circunnavegar el "círculo antártico", que se han tomado como pruebas, pero que, tras un examen cuidadoso, no son dignos como evidencia ni pertinentes para el tema en cuestión. disputa. En el apéndice de la narrativa del comandante Wilkes, de la Marina de los Estados Unidos,
"Mi tiempo durante seis semanas se pasó a cubierta, y teniendo luz diurna constante, por supuesto tuve un empleo constante"
Se ha tomado la frase anterior en el sentido de que el Capitán Wilkes tuvo seis semanas de luz diurna ininterrumpida; y las palabras justamente llevarán tal interpretación. Pero las diversas declaraciones en el cuerpo de su narrativa muestran que este no era su significado, porque ese no era el caso. Sus barcos partieron de Sydney en diciembre y regresaron a fines de febrero. Pero solo alcanzó la latitud 61° S el 10 de enero, y el 19 de febrero regresó a la latitud 63° S en su camino a casa, de modo que estuvo apenas seis semanas en el vecindario del "círculo antártico". El 11 de enero había alcanzado la latitud 64° 11' S, cuando informa de lo siguiente:
"El 11 de enero, a las 10 de la noche, llegamos hasta la luz del día. La noche era hermosa, y todo parecía hundirse en el sueño. Nos quedamos hasta las 4 de la tarde. A medida que se acrecentaba el 12 una niebla se puso"
Nuevamente, el 16 de enero, cuando alcanzó la latitud 65° 8´ S, longitud 157° 46´ E, dice:
"El sol se puso unos minutos antes de las 10 en punto. Esta noche estábamos batiendo, con frecuentes tachuelas, para ganar la mayor cantidad de rumbo posible. Antes de que se hiciera de día, la niebla hizo que todo se oscureciera".
"El 22 de enero, el efecto de la salida del sol, poco después de las 2 am del día 23, fue glorioso".
"En la mañana del 30, latitud 63° 30´ S, el sol salió con gran brillo".
"28 de enero, latitud 64° 46´ S, puesta de sol roja y ardiente".
"2 de febrero, latitud 66° 12´ S, esta tarde era perceptible que los días se hacían más cortos, lo cual era una nueva fuente de ansiedad, ya que a menudo estábamos rodeados por numerosas islas de hielo, lo que la oscuridad hacía más peligrosa."
"El 6 de febrero, latitud 64° 6´ S, deseando examinar la tierra de cerca, tengo que pasar la luz del día".
"El 7 de febrero, latitud 64° 49´ S, a las 6 pm, repentinamente encontramos una barrera que se dirigía hacia el sur. Ahora arranqué hasta la luz del día, para determinar la tendencia de la tierra con mayor precisión".
"El día 8, latitud 65° 3´ S, a la luz del día, nuevamente navegamos hacia el sur; a las 8 pm fuimos arrastrados de nuevo a la noche era oscura y desagradable ".
"El 11 de febrero, a las 10 de la noche, me pareció demasiado oscuro para continuar".
"12 de febrero, latitud 64° 57´ S, a las 2 a.m. se retomó el curso. A las 8 p.m. la barrera estaba a tres millas de nosotros; poco después me dirigí con el propósito de esperar la luz del día para continuar nuestras observaciones del tierra."
"El 14 de febrero, a la luz del día , volvimos a navegar hacia la tierra".
Capitán Sir JC Ross, en su "South Sea Voyages", pág. 252, vol. 1, dice
"El 21 de febrero, en la latitud 71° S, longitud 171º E., a medida que la noche se ponía muy oscura, a las 9 pm alteramos el rumbo hasta que apareció la luz del día".
Las citas anteriores de la narrativa muestran que de las seis semanas, del 10 de enero al 19 de febrero, hubo una noche el 11, el 16, el 22 y el 30 de enero; los días 2, 6, 7, 8, 11, 12 y 14 de febrero; ¡Para que no haya duda posible en! al significado de las palabras en el apéndice, que "su tiempo durante seis semanas se pasó a cubierta, con todo el día". Si quiso decir de otra manera que en el día , en general tuvo una buena luz diurna, en contraste con el mal y sombrío clima que generalmente prevalece en las altas latitudes del sur, podríamos llegar a la conclusión de que cuando dice que "tuvo un empleo constante para seis semanas,"quiso decir que nunca durmió, sino que estaba continuamente despierto, y en servicio activo para el todo ese periodo. Si alguien todavía se aferra al significado de que tuvo seis horas de luz diurna ininterrumpida, se le colocará bajo la desagradable alternativa de admitir que el lenguaje de los informes formales presentados en la narrativa se contradice con el del apéndice; y que el Capitán Wilkes, en su estudio, al escribir su trabajo, falsificó completamente los registros guardados durante el servicio activo.

Sobre el mismo tema, se han citado varias expresiones de "South Sea Voyages" de Sir James Clarke Ross. En la página 175, vol. 1, aparecen las siguientes palabras:
"En la latitud 65° 22´ S, longitud 172° 42´ E, el 4 de enero, a las 9 pm, la altitud del sol era 4°. El sol poniente era un objeto muy notable, con rayas a través de cinco bandas horizontales oscuras de una amplitud casi igual, y se aplanó en una forma más irregular por la mayor refracción de su miembro inferior, cuando tocó el horizonte a 11° 56´. Deslizándose hacia el este, casi imperceptiblemente descendió, hasta que su extremidad superior desapareció exactamente 17 minutos y 30 segundos después (...) 
Luego, en la página 207, vol. 1, dice:
"En la latitud 74° S, longitud 171° E, el 22 de enero de 1841, fue la noche más hermosa que habíamos visto en estas latitudes. El cielo estaba perfectamente despejado y sereno. A la medianoche (12 en punto), cuando el sol rozaba a lo largo del horizonte sur, a una altitud de aproximadamente 2°, el cielo sobre la cabeza, se observó que era de un azul índigo más intenso, palideciendo en proporción a la distancia del cenit ".
En las secciones anteriores de este trabajo, los argumentos casi universalmente aducidos a favor de la rotundidad han sido claramente enunciados y totalmente refutados. La redacción inequívoca de la evidencia en su apoyo se ha encontrado con una contradicción directa e inequívoca; pero en el lenguaje anterior de Sir James Clarke Ross hay incertidumbre de significado; inconsistencia con los fenómenos colaterales conocidos; Y, por lo tanto, dificultad en su examen y crítica. Si es cierto que la Tierra es un globo que gira sobre ejes inclinados 23° con respecto al plano de la eclíptica, es igualmente cierto que, en consecuencia, todos los fenómenos descritos en las citas anteriores del Capitán Ross podrían ocurrir. Y como los teóricos de todas las clases han declaradamente construido sus teorías con el propósito expreso de dar una explicación de los fenómenos, ya sea absolutamente cierto o aparentemente verdadero, no hay duda de ellos, debe admitirse que en la descripción antes mencionada de apariencias. en el sur tienen evidencia a su favor, como, en todo caso, como siempre han querido obtener. Sin embargo, el proceso Zetético que se ha adoptado a lo largo de este trabajo prohíbe que, dado que una suposición de la rotundidad y el movimiento diurno de la tierra parece explicar ciertos fenómenos, la suposición se convierte, y debe admitirse, en un hecho. Esto es intolerable, incluso en un sentido abstracto, pero en la práctica debe ser repudiado incondicionalmente. Por evidencia separada, independiente y absoluta, ningún elemento de los cuales han sido cuestionados de manera justa, se ha demostrado que la Tierra es un plano sin movimiento rotativo y progresivo de cualquier tipo y, por lo tanto, los fenómenos observados y descritos por el Capitán Ross deben examinarse con vistas a su explicación, no en corroboración de ninguna teoría, sino en relación con el hecho demostrado de que la Tierra es un plano estacionario. El primer caso no admite dificultad. A las 9 en punto de la noche, el sol estaba 4° sobre el horizonte occidental; a los pocos minutos antes del 12 su extremidad inferior tocó el horizonte, y en un cuarto de. Una hora después de las 12 desapareció su extremidad superior. No se indica cuánto tiempo permaneció bajo el horizonte o a qué hora volvió a subir. El teniente Wilkes, cuando está en la misma latitud, y alrededor de una semana después, dice:
"A las 10 y media de la noche decidimos esperar hasta la luz del día. Lo hicimos hasta las 4 de la mañana; cuando se hizo más claro a la mañana siguiente, se levantó una niebla".
Tres o cuatro días después, dice: "El sol se puso unos minutos antes de las 10 en punto".

De las citas anteriores se deduce que "el sol se pone unos minutos antes de las 10 en punto" y sale alrededor de las 4 de la mañana. Pero el capitán Ross declara que el sol no se puso ni desapareció por completo hasta 14 minutos después de las 12 en punto. Es evidente que, en este caso, el sol permaneció sobre el horizonte por completo dos horas más de lo que lo hizo al teniente Wilkes unos días después, como consecuencia de una refracción inusual.  Esto es corroborado por el capitán Ross quien, en el mismo párrafo, que "El sol poniente era un objeto muy notable y se aplanaba en una forma más irregular por la mayor refracción de su extremo inferior". No se indica si se vio el sol en el horizonte norte o sur, pero como la tierra es un plano, y la trayectoria del sol es concéntrica con el centro norte, es seguro que debe haber sido "deslizándose hacia el este" más allá o al otro lado del centro del norte.  Esto quedará claro por el siguiente diagrama.

Fig. 98
Sea N el centro norte, S el sol moviéndose en el camino S, E, W; B la posición de Gran Bretaña y C, la posición relativa del capitán Ross y el teniente Wilkes, en el momento en que se realizaron las observaciones mencionadas anteriormente. El sol que se levanta en E al este, durante el día, se movería de este a oeste (de E a W). Pero durante la noche se vería, por la operación de una gran refracción, "deslizándose hacia el este", o de W a S y E.

Este fenómeno fue visto por el Capitán Ross pero no por el Teniente Wilkes, quien informa que el sol se puso un poco antes de las 10 y se levantó alrededor de las 4 en punto. El Capitán James Weddle estaba en la latitud 74° 15´ S, el 20 de febrero de 1822, y afirma expresamente que "el sol estuvo bajo el horizonte durante más de seis horas". Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que el sol, visible durante toda la noche, fue solo un fenómeno ocasional, derivado de una refracción inusual. Hasta ahora todo el asunto es claro y fácil de entender; pero en el segundo caso, dado por el Capitán Ross, se usa una palabra que hace que el significado sea incierto y crea una dificultad; esa palabra es "austral". "A medianoche, en la latitud 74° S, el sol se deslizaba a lo largo del horizonte sur a una altitud de aproximadamente 2°". Aquí, entonces, es evidente la confusión. Primero, no podría ser elhorizonte sur, a menos que la tierra sea un globo terráqueo; Que no sea un globo ha sido más que suficientemente probado. En segundo lugar, no podía ser el horizonte sur porque cuando estaba en la latitud 65° S, la extremidad inferior del sol, a la medianoche, tocó el horizonte y ahora estaba en la latitud 74° S, la altitud era de solo 2°; mientras que 9° de latitud más cercana a ella, la altitud no podría haber sido inferior a 11°. Todo está claramente explicado, excepto la palabra "austral". Por lo tanto, debemos fijarnos en el significado absoluto de esta palabra y en su probable perversión o aplicación local peculiar. Absolutamente la palabra "sur" significa el reverso directo del norte. Relativamente significa la dirección paralela al extremo sur de la aguja, que, en la tarjeta de la brújula, es ese extremo sin la flor de lis y, por supuesto, a menos que el verdadero sur pueda ser determinado por datos conocidos, la brújula sería la guía del navegante. Ahora encontramos que la variación de la brújula se vuelve tan grande en latitudes altas del sur, en las que no se confiaría para determinar la posición del sol. El marinero, educado para creer que la Tierra era un globo terráqueo, con sus polos alternativamente iluminados, no podía hacer otra cosa que asumir que el sol, cuando era visible a la medianoche, estaba en el sur, mientras que en realidad estaba rozando de oeste a este, o de izquierda a derecha, en esa parte de la región sur que estaba en el lado opuesto a su propia posición, o más allá del "polo norte", a través del cual estaba mirando. En tal posición, la luz tendría que pasar a través de la atmósfera fría y densa del norte, y el aire caliente y enrarecido del ecuador, y así, en ciertas condiciones y en ciertas direcciones, ocurriría una refracción inusual, por la cual el sol a veces, pero no siempre, sería visible.

Hemos visto que ese fue el caso, porque el Capitán Ross vio, más de una vez, lo que pocos días después no fue visto por el Teniente Wilkes, y que otros navegantes antárticos no mencionan como un fenómeno constante. Claramente, entonces, hubo una refracción inusual ("gran refracción", como admite el capitán Ross, que causó una diferencia en los diámetros horizontal y vertical del sol de más de cinco minutos de un grado), que elevó el sol muchos grados por encima de su posición verdadera, dando una altitud aparente que la hizo visible a través del centro norte a los observadores en el lado opuesto del gran cinturón o circunferencia sur. Este es el que necesariamente debió haber sido el caso si la tierra es un plano; y hasta que esto pueda ser refutado experimentalmente, es igualmente necesario concluir que el Capitán Ross hizo uso de las palabras "horizonte sur" simplemente porque en su juicio astronómico no podía ser de otra manera. Si hubiera tenido la más mínima duda sobre la esfericidad de la tierra y, por lo tanto, sobre el verdadero comportamiento del sol a medianoche, habría podido decidirlo mediante un experimento muy simple; es evidente que durante el día el sol se movía a través del firmamento de su mano derecha a su izquierda y, manteniéndose en la misma posición, lo vería en la noche moviéndose de su izquierda hacia su derecha. Este fue realmente el caso. Si el sol hubiera estado realmente en el "horizonte del sur", el capitán Ross habría tenido que girar la cara en la dirección opuesta a la que vio el sol al mediodía, y por lo tanto el movimiento del sol habría sido de derecha a izquierda. Este sencillo procedimiento habría decidido el asunto. Se le puede preguntar cómo pudo haber averiguado, en medio de una pérdida de agua, que su posición de mediodía se mantuvo hasta la medianoche. La respuesta es que, aunque las variaciones de la brújula hacen que sea difícil decidir por su medio los verdaderos rumbos de la nave, aun así las variaciones serían el mismo día y noche cuando estén en la misma latitud y longitud. Por lo tanto, la dirección en relación con la brújula de observación durante el día podría haberse mantenido por la misma relación durante la noche. Es probable, y deseable, que durante un futuro viaje antártico se pueden contar con los medios para poner esta cuestión fuera de discusión. Para aquellos, sin embargo, que están convencidos por la demostración experimental de que la Tierra es plana, no se requieren más pruebas.
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El deseo expresado por Samuel Rowbotham en us último párrafo se ha cumplido sobradamente. La exploración y los asentamientos humanos han zanjado completamente la cuestión. Los terraplanistas afirman que todas esas comprobaciones no se ajustan a la verdad y que están manipuladas para sostener la mentira; no obstante, hoy en día miles de turistas procedentes de todas partes del mundo recorren las mismas aguas que Ross, Wilkes y otros exploradores y son testigos del fenómeno del "sol de medianoche" antártico.


Algo que tenemos que tener muy presente a la hora de leer este texto, son las fechas mencionadas en él. Es el día del solsticio de diciembre cuando el es visible durante las 24 horas en la Antártida más allá del paralelo 66º 33' S. A partir de allí tendremos al menos un día completo de luz solar. A medida que nos acerquemos más y más hacia el polo sur, tendremos más días en los que brillará es sol y estará más elevado respecto del horizonte.


Las fechas indicadas en el libro de Rowbotham hacen referencia a los meses de enero y febrero, cuando ya han comenzado a hacerse los días más cortos. En el caso de febrero, se llega a mencionar fechas tan avanzadas como el día 21, exactamente dos meses después del solsticio y a solo un mes del equinoccio. A esa altura del verano, el sol de medianoche antártico solo podrá ser visto en latitudes muy próximas al polo sur y a muy poca altura sobre el horizonte.


Por lo expuesto, no hay contradicción en los distintos testimonios mencionados, ya que corresponden a fechas diferentes y distintas latitudes.

Es muy importante también este fragmento, cerca del final del texto:
Si el sol hubiera estado realmente en el "horizonte del sur", el capitán Ross habría tenido que girar la cara en la dirección opuesta a la que vio el sol al mediodía, y por lo tanto el movimiento del sol habría sido de derecha a izquierda. Este sencillo procedimiento habría decidido el asunto.
Pues bien... Lamentablemente para Rowbotham, resulta que esto es exactamente lo que vio el capitán Ross, y que podemos ver en este video, un timelapse de 24 horas filmado en la Base Belgrano II del Ejército Argentino , ubicada en la latitud 77º 52' sur.


Agradecimiento especial