jueves, 19 de septiembre de 2019

Loránd Eötvös

por Guillermo E. Mulvihill

Barón Loránd Eötvös
de Vásárosnamény.
También conocido como Baron Roland von Eötvös, fué un ingeniero, físico y político húngaro. Nació en 1848 y murió en 1919. De entre todos sus aportes científicos se destacan dos, relacionados por supuesto al tema que compete a este blog. 

Uno es el descubrimiento del efecto que ahora se conoce como "Efecto Eötvös", que es evidencia de la rotación terrestre, y el otro es la invención de un variómetro, un tipo de balanza de torsión, conocida como "Balanza Eötvös", que entre sus muchas aplicaciones, usó para determinar el valor de la constante gravitacional y la masa de la Tierra.


Efecto Eötvös
La fuerza de Coriolis que se tiene en cuenta en balística de largo alcance o meteorología por ejemplo es bien conocida, pero repasemos brevemente.

En Wikipedia se lee:
"El efecto Coriolis, descrito en 1836 por el científico francés Gaspard-Gustave Coriolis, es el efecto que se observa en un sistema de referencia en rotación cuando un cuerpo se encuentra en movimiento respecto de dicho sistema de referencia. Este efecto consiste en la existencia de una aceleración relativa del cuerpo en dicho sistema en rotación. Esta aceleración es siempre perpendicular al eje de rotación del sistema y a la velocidad del cuerpo."
En resumen y a modo ilustrativo, la fuerza Coriolis hará que un proyectil disparado hacia el norte se desvíe a la derecha, y un proyectil disparado hacia el sur se desvía hacia la izquierda.

El efecto Coriolis se visualiza mejor en una plataforma en rotación. Si nos paramos fuera de la plataforma y tiramos una bolita que recorra du superficie, veremos que la bolita recorre una línea recta. Si en cambio estamos parados en la plataforma en rotación y tiramos una bolita, la bolita recorre una trayectoria curva. Este sencillo ejemplo explica por qué el efecto Coriolis demuestra la rotación terrestre. El hecho de que observemos desplazamientos laterales debido a fuerzas ficticias comprueba que estamos en un sistema de referencia no inercial: estamos rotando.


Imagen izquierda: Un observador fuera de la plataforma en rotación verá la bola desplazarse en línea recta. Imagen derecha: Un observador dentro de la plataforma en rotación observará que la bola se mueve en una curva.

El efecto Coriolis provoca un desplazamiento lateral sobre la trayectoria de un proyectil, hacia la izquierda o hacia la derecha, cabría esperar que en una esfera en rotación, la desviación del proyectil también tenga una componente vertical. Esa componente vertical en realidad existe y fué observada por primera vez por Loránd Eötvös cuando revisaba lecturas gravimétricas tomadas a bordo de barcos en movimiento. Eötvös se dió cuenta que las lecturas fueron menores cuando el barco se movía hacia el este, y más altas cuando se movía hacia el oeste. Este hecho se identificó como una consecuencia de la rotación terrestre. En 1908, se realizaron nuevas mediciones en el Mar Negro con dos barcos: uno se movía hacia el este y el otro hacia el oeste. Los resultados obtenidos coincidían con las deducciones de Eötvös.

El efecto Eövös provoca una variación gravimétrica según se viaje hacia el este u oeste. La explicación es que un objeto en la Tierra lleva una velocidad angular de 7,27x10-5 rad/s (la velocidad angular de la Tierra, un giro cada 24 horas). Si ese objeto se desplaza aumenta o disminuye su velocidad angular, lo que provoca una variación de fuerza centrífuga y en consecuencia, aumenta o disminuye la atracción gravitatoria. De ésto podemos ver que el efecto Eötvös será más apreciable cuanto mayor sea la velocidad del objeto.

La fuerza Coriolis es nula en el ecuador y máxima en los polos. Lo contrario sucede con el efecto Eötvös: es nulo en los polos y máximo en el ecuador.

El efecto Eötvös es conocido y tenido en cuenta en balística de largo alcance: un proyectil cae, por supuesto, pero la caída es más rápida si se dispara de este a oeste, y llegará más lejos si se dispara de oeste a este.

La consecuencia directa del efecto Eötvös es que los objetos son más livianos si viajan de oeste a este, y más pesados en sentido contrario. Por ejemplo, una persona de 75 kg que viaje en avión a lo largo del ecuador, de oeste a este, será aproximadamente 0,9% más liviana, algo así como 675 gr.


Balanza de Eötvös
Loránd Eötvös es conocido también por ser pionero en trabajos de medición del gradiente gravimétrico de la superficie terrestre. Creó la teoría y el primer aparato para medición de segundas derivadas del potencial de gravitación. Basado en sus investigaciones, demostró que una mejor configuración para la balanza de torsión es que los pesos en los extremos tengan diferentes alturas, en lugar de la balanza de torsión común que tiene un astil horizontal y dos pesos iguales en cada extremo. Llamó originalmente "variómetro horizontal".

Balanza de torsión Eötvös
Con este variómetro realizó uno de sus trabajos más conocidos: el "Experimento Eötvös", con el que comprobó que la masa inercial y la masa gravitatoria son iguales. Este resultado es el Principio de equivalencia débil, es uno de los fundamentos de la relatividad de Einstein.

La balanza Eötvös es muy conocida en minería y geofísica. Aunque actualmente no tiene uso práctico, el planteo teórico se da en todas las carreras afines a geología.

La particularidad del aparato es que la altura de los pesos en los extremos de la barra se puede regular, lo que permite medir la torsión en dos dimensiones (horizontal y vertical), a diferencia de la balanza tradicional de Mitchell que sólo mide la torsión horizontal. La balanza Eötvös, cuando deja de oscilar y llega al equilibrio, adquiere un azimut en el astil, la varilla termina apuntando en la dirección de la anomalía gravitatoria. O sea, es tan sensible que es capaz de medir la variación horizontal de la gravedad debida a la distribución de elementos de distintas densidades en la corteza de la Tierra (si la Tierra fuese homogénea, el astil no se desviaría).

Loránd Eötvös desarrolló y construyó su balanza con fines puramente científicos, y así hubiese quedado si en 1917 el geólogo Hugo Von Boeckh, Director del Instituto Geológico de Hungría, no hubiese sugerido usarla para prospección geológica. El hecho de que la balanza marca la dirección de zonas de distintas densidades la hace útil para la localización de distintos estratos, incluso potenciales yacimientos minerales. Hubo un antecedente: el primer estudio realizado en el campo de la gravimetría (1915 y 1916) del que se tiene constancia fue realizado aparentemente por Fekette y Pekar mediante la balanza de Eötvos en el campo petrolífero de Egbell en Checoslovaquia.

Entre 1918 y 1919 W. Schweydar determinó la forma del domo salino de Hanigsen (Alemania), que luego se confirmó mediante sondeos.

En Estados Unidos la primera prospección data de 1924 y fue resuelta en el Domo de Nash en el condado de County, Texas. Se utilizó una balanza de torsión de la Compañía petrolera Rycade.

En 1925, solamente en la costa de México, existían 40 equipos de prospección gravimétrica.

Hacia 1940 se estimó que el 98% de los levantamientos gravimétricos realizados hasta esa fecha, se habían obtenido mediante balanzas de torsión. Decir que la eficacia de las balanzas quedó comprobada es una obviedad.

En el experimento en el que Eötvös midió la constante gravitacional G, primero usó el método Cavendish, pero optimizó la posición de la masa atrayente para que la dependencia de la incertidumbre posicional fuera mínima. Más tarde utilizó varios métodos estáticos y dinámicos. Una de sus medidas involucraba una barra horizontal suspendida entre dos columnas de plomo masivas. Los tiempos de oscilación se midieron para las posiciones de equilibrio, tanto paralelas como perpendiculares a la separación de las columnas principales (640 y 860 s, respectivamente). Luego se eliminaron las columnas de plomo y se reiteraron las medidas. Todavía había alguna diferencia debido a las inhomogeneidades del campo gravitacional local, pero esa última medición ahora podría usarse para la corrección. Se logró una precisión relativa en G de 1/500. Finalmente el valor reportado de G fué 6,655±0,002 N.m2.kg-2.

Entre los muchos honores Loránd Eötvös recibió, voy a destacar dos: la Universidad de Budapest en la que enseñó hasta el año de su muerte y el Instituto Geofísico de Hungría llevan su nombre, al igual que la unidad de gradiente gravimétrico.
1 Eötvös = 10-9gal.cm-1

lunes, 16 de septiembre de 2019

Buenos Aires vista desde Colonia del Sacramento

Hace mucho tiempo ya, un afamado grupo de investigadores terraplanos había anunciado su intención de organizar una costosa expedición a Colonia del Sacramento, en la República Oriental del Uruguay, con el propósito de demostrar la inexistencia de curvatura sobre el Río de la Plata mediante el avistamiento de la capital argentina desde la costa uruguaya, y consecuentemente, demostrar la veracidad de la Tierra Plana.

Seguramente, la crisis económica por la que atraviesa la República Argentina ha impedido la realización de este ambicioso proyecto que involucra un desplazamiento de casi 50 km del personal involucrado y sus equipos si se realiza en barco o de 474 km si se realiza en automóvil.




Intentaremos colaborar con esta iniciativa entonces, no con dinero sino con algún ejercicio teórico. A modo de introducción, diremos que las características de ambas ciudades es completamente diferente. Mientras que Buenos Aires es un gran ciudad, una de las 20 mayores del mundo, Colonia del Sacramento, con poco más de 26.000 habitantes según el censo de 2011, que se caracteriza por la ausencia de edificios altos, es una ciudad pequeña y de una gran belleza que la convierte en un atractivo turístico.



Existen muchas imágenes que muestran la ciudad de Buenos Aires vistas desde Colonia que son exhibidas por los terraplanistas diciendo que son prueba de la Tierra Plana, ya que si consideramos la curvatura, los edificios deberían quedar ocultos. Sin embargo, muchos edificios -los más altos- son parcialmente visibles



En este punto señalaremos que, si se observa la imagen con cuidado, lo primero que notaremos es que ha sido tomada desde cierta altura, tal como indica la silueta de la palmera en el rincón inferior izquierdo. También podremos apreciar que algunos de los edificios visibles parecen estar flotando en el aire. Esto nos dice que se trata de espejismos de estructuras que están por debajo de la línea del horizonte. Estas fotografías tan notables siempre son obtenidas en horas del amanecer o del ocaso, cuando la refracción es mucho mayor. Si ampliamos una porción de la imagen precedente, podrá apreciarse mejor el efecto:



Hagamos ahora un pequeño ejercicio, considerando algunos de los edificios más altos de Buenos Aires:



Supongamos un observador parado en la playa a 1,80 metros sobre el nivel del río, que éste no está bajo los efectos de la marea alta o baja y que los valores de refracción atmosférica son los típicos. El cálculo correspondiente (considerando un valor redondo de 50 km para la distancia) nos dice que 135,17 metros de la parte inferior de la ciudad quedarán ocultos de la vista.

Incluso para un observador en la playa, muchos edificios de Buenos Aires son visibles.



Realicemos ahora el cálculo para un observador ubicado a unos 10 metros de altura sobre el nivel del río. El resultado nos dice que solo unos 96,15 metros de la parte inferior quedarán ocultos y que podremos ver muchos más edificios. Por supuesto, si continuamos elevando al observador, mayor será la porción visible



No puedo evitar preguntarme cuál sería la necesidad, en una tierra plana, de viajar a Colonia del Sacramento para hacer el experimento. Si no existiera curvatura, debería ser perfectamente visible Colonia desde la playa de la ciudad de Buenos Aires. Sería todo mucho más sencillo y económico y sus conclusiones irrefutables.

Vista de algunos de los edificios más altos de Bs Aires. El más alto es el Alvear Tower

viernes, 2 de agosto de 2019

Determinación de la masa de la Tierra por Johann Philipp Gustav Von Jolly (1871)

por Guillermo E. Mulvihill

Además del conocido experimento de Cavendish en el que se usa la balanza de torsión de Michell (que es replicado continuamente en colegios, universidades y laboratorios de física), existen por lo menos otros dos experimentos más en el que se determinó la masa de la Tierra, su densidad y el valor de la constante gravitacional. Uno es el Vernon Boys en 1897, con el que pudo mejorar la lectura obtenida por Cavendish.

Charles Vernon Boys
La densidad media de la Tierra medida por Cavendish fué de 5,448 gr/cm³, Vernon Boys obtuvo un valor de 5,527 gr/cm³, el valor aceptado actualmente es de 5,517 gr/cm³.

Vernon Boys también usó el mismo método de Cavendish: una balanza de torsión Michell, sólo que mejorada y modificada para obtener una lectura más precisa. 

Johann Philipp Gustav Von Jolly
El otro experimento es el que realizó el físico alemán Philipp Von Jolly en 1871, y es interesante porque lo hizo usando un método distinto: una balanza de 4 platillos emplazada en un edificio de tres pisos y una bola de plomo de casi 6 toneladas.

Ilustración del experimento de von Jolly
Lo que sigue a continuación es un extracto del libro "Astronomía recreativa" de Yakov Perelman en donde se ilustra el método de Jolly.

Descripción del método, como aparece en el libro de Yakov Perelman:
...[En la figura] se ve una balanza de platillos muy sensible, en la que, de cada uno de los extremos de la cruz, están colgados dos platillos livianos, uno superior y otro inferior. En el platillo inferior derecho colocamos una carga esférica de masa m1. Para equilibrarla, en el platillo superior izquierdo colocamos una carga m2. Estas cargas no son iguales, ya que, encontrándose a distinta altura, son atraídas por la Tierra con distinta fuerza.

Bola de plomo de 5775,2 kg usada en el experimento Jolly, (Deutsches Museum, Münich)

Si debajo del platillo inferior derecho colocamos una esfera grande de plomo de masa M, entonces el equilibrio de los pesos se altera, ya que la masa m1 será atraída por la masa M de la esfera de plomo con la fuerza F proporcional al producto de estas masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia d que separa sus centros


en donde k es la llamada constante de gravitación.

Para restablecer el equilibrio alterado, colocamos en el platillo superior izquierdo de la balanza una pequeña carga de masa n. La fuerza con que ella presiona sobre el platillo de la balanza, es igual a su peso, es decir, es igual a la fuerza de atracción que ejerce sobre esta carga la masa toda de la Tierra. Esta fuerza F’ es igual a

donde MT es la masa de la Tierra y R su radio.

Despreciando la ínfima influencia que la presencia de la esfera de plomo ejerce sobre las cargas que se encuentran en el platillo superior izquierdo, podemos escribir la ecuación de equilibrio en la forma siguiente:


En esta relación se pueden medir todas las magnitudes, con excepción de la masa de la Tierra, MT. Esto permite determinar MT. En una de las experiencias realizadas se tuvo: M = 5.775,2 kg, R = 6.366 km, d =56,86 cm, m1 = 5.000 kg n = 589 mg Y, finalmente, la masa de la Tierra resultó ser igual a 6,15 x 10^27 g. La masa de la Tierra, según numerosos cálculos recientes, basados en un gran numero de mediciones, es: MT = 5,974 x 10^27g, es decir, cerca de 6.000 trillones de toneladas. El error posible de estos cálculos no es mayor de 0,1%. Así determinaron los astrónomos la masa del globo terrestre. Tenemos pleno derecho a decir que pesaron la Tierra, pues cada vez que pesamos un cuerpo en la balanza de brazos, en realidad no determinamos su peso ni la fuerza con que es atraído por la Tierra, sino su masa: comprobamos solamente qué masa del cuerpo es igual a la masa de las pesas…." Observación: aún desconociendo el valor de la constante gravitacional "k" (como aparece en Perelman) es posible obtener el valor de la masa de la Tierra al reducir la ecuación a Mt=(m1*M*R²)/(d²*n) y se puede obtener "k" en un segundo paso.

miércoles, 24 de julio de 2019

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo XIV: Transmisión de la luz - Precesión de los equinoccios - El planeta Neptuno

Transmisión de la luz
"Al establecerse la transmisión progresiva de la luz, deduzcamos de ella nuestra demostración de la rotación de la Tierra. Si la Tierra es inmóvil, no deberíamos ver las estrellas en el momento en que llegan al horizonte o al meridiano, sino solo después del tiempo empleado para que los rayos que emiten lleguen a nosotros. Si, por el contrario, la Tierra gira, deberíamos ver las estrellas en el momento en que llegan, ya sea en el horizonte o en el meridiano, ya que, como consecuencia del movimiento giratorio, los ojos caerán en la línea de los rayos que habían salido un tiempo antes de las estrellas, y que ahora llegan a los puntos del espacio atravesados ​​por nuestro horizonte. Ahora vemos las estrellas el instante de su llegada. La prueba de esto es que las culminaciones de marte, por ejemplo, sería más o menos avanzado o retardado según se acercara o retrocediera ese planeta, si no lo viéramos en el momento en que llegara al meridiano, pero no se notara ninguna aparición de este tipo; La tierra, por lo tanto, debe girar". ("Conferencia sobre astronomía",  por M. Arago.)
Es difícil entender de qué manera se puede aplicar el lenguaje del párrafo anterior para probar el movimiento de la tierra que no se aplica igualmente a la prueba del movimiento sideral. Los astrónomos newtonianos, sin embargo, sintieron la necesidad de una prueba práctica de sus principales supuestos; y, por lo tanto, siempre han estado ansiosos por apoderarse de cualquier cosa, por cualquier tipo de tratamiento, para que aparezca como un argumento a su favor.

En el caso anterior, han sido tan prematuros y desafortunados como notoriamente en relación con otros fenómenos.


Precesión de los equinoccios

La teoría copernicana o newtoniana de la astronomía sostiene que "el eje de la tierra esté inclinado 23° 28' al de la eclíptica".
"Y a partir de la observación, se encuentra que el sol no corta todos los años el ecuador en el mismo punto. Si en un día determinado corta el ecuador en un punto determinado, el mismo día del año siguiente lo corta en otro punto situado a 50 ".103 al oeste de la primera, y así llega al equinoccio 20´ 23" antes de haber completado su revolución en el cielo, o de pasar de una estrella fija a otra. Así, el año tropical o el verdadero año de las estaciones, es más corto que el año sideral ... Retrogradándose cada año 50".103 al oeste, los equinoccios completan una revolución completa en 25,868 años. Así, el primer punto de Aries que anteriormente correspondía al equinoccio vernal, ahora está 30° más al oeste, aunque por una convención entre los astrónomos siempre responde al equinoccio... Este cambio en la oblicuidad del ecuador a la eclíptica se confirma por las observaciones de los astrónomos antiguos, y por cálculo. Podemos convencernos de ello comparando la situación real de las estrellas con respecto a la eclíptica con la que ocuparon en los primeros tiempos. Así encontramos que aquellos que, según el testimonio de los antiguos, estaban situados al norte de la eclíptica, cerca del solsticio de verano, ahora están más avanzados hacia el norte, y se han retirado de este plano; que aquellos que estaban al sur de la eclíptica, cerca del solsticio de verano, se han acercado a este plano; y que algunos lo han pasado, e incluso más allá, en su curso hacia el norte. Los cambios contrarios tienen lugar cerca del solsticio de invierno". ("Conferencia sobre astronomía",  por M. Arago.)
Que el sol no "corta el ecuador" todos los años en el mismo punto, y que "las estrellas que estaban, en los primeros tiempos, situadas al norte del solsticio de verano, están ahora, en relación con la posición del sol, más avanzadas hacia la posición del sol. Norte, "no se puede dudar; pero como la Tierra no es un globo terráqueo, y ni gira sobre ejes ni se mueve en una órbita alrededor del Sol, estos cambios no pueden atribuirse a lo que se ha llamado la "precesión de los equinoccios, se ha encontrado, como se indica en el Capítulo VI de este trabajo, que la trayectoria del sol está siempre sobre la tierra y concéntrica con el centro norte, y que la distancia de la trayectoria anual ha ido aumentando gradualmente desde que se realizaron las observaciones, más de un cuarto de siglo. Y cuando consideramos que en Gran Bretaña, y en países aún más al norte, se han encontrado evidencias de una condición más tropical que alguna vez existió, nos vemos forzados a la conclusión de que esta ampliación gradual del curso del sol ha estado ocurriendo durante siglos. ; y que en un período anterior el centro norte, y lugares como Groenlandia, Islandia, Siberia, etc., a muy poca distancia de él, han sido regiones tropicales.
"La gente ha excavado en la tierra en Escocia y en Canadá, aún más frío, incluso en las heladas costas de la Bahía de Baffin; y en la Isla Melville, la región más al norte de la tierra a la que ha llegado el hombre. Se han encontrado bosques magníficos, enterrados y árboles gigantescos, que ahora solo podían vivir en los países más cálidos de nuestra tierra: palmeras e inmensos helechos que, en nuestros días, apenas tienen luz y calor. Para crecer, incluso en la zona tórrida ". ("Profesor L. Gaussen" Cumpleaños del mundo ", pág. 174.)
"Es bien sabido, como cuestión de historia, que cuando se descubrió Greenland, poseía un clima mucho más cálido que en la actualidad. Las bolsas de hielo se han extendido hacia el sur desde las regiones polares durante algunos siglos. La causa de esto no se entiende bien, solo se conoce el hecho". ("London Journal", 14 de febrero de 1857.)
"Este clima parece ser en general mucho más templado ahora (1822) que hace cuarenta años ... Se encontraron anualmente inmensos cuerpos de hielo en la latitud de 50°S. Durante los tres viajes que he hecho en estos mares, nunca he visto que el hielo del sur se desplace  hacia el norte de Georgia del Sur (54 ° S). Por lo tanto, deben haberse producido grandes cambios en el hielo del polo sur ". ("Viajes al sur", por el capitán James Weddell, FRSE, pág. 95.)
Al comparar las cuentas de viajes, tanto al norte como al sur, hechas por los primeros navegantes, con las declaraciones hechas por los de los últimos períodos, se encuentran muchas pruebas incidentales del aumento de frío en las regiones árticas y la correspondiente disminución en el antártico. Por lo tanto, encontramos que los diversos cambios que se han atribuido a la "procesión de los equinoccios" se deben realmente a la creciente distancia del sol desde el centro norte y su avance hacia el sur. Cuánto tiempo ha estado avanzando la trayectoria del sol hacia el sur, o qué tan cerca estaba del centro polar cuando comenzó el avance, o si alguna vez fue vertical allí, son preguntas que aún no se pueden responder. Si alguna vez el sol tuvo una posición vertical sobre el centro norte, no podría haber, por supuesto, alternancias de calor y frío, o día y noche, sino un día perpetuo y un verano tropical. Es evidente que desde que comenzó el día y la noche, el sol debe haberse movido en una trayectoria concéntrica a cierta distancia del centro polar; pero como el camino estaba mucho más cerca que en el presente, la totalidad de la región norte debe haber sido tropical, con días largos y apenas oscuridad durante las noches; pero el día continuó durante mucho tiempo, se deslizó suavemente hacia la tarde o al atardecer, y el verano alternó con la primavera y el otoño, pero nunca con la oscuridad y el invierno. Por lo tanto, con tanto día y tan poca noche, tan suaves alternancias de temperatura, y la luz del sol casi continuamente tocando a una altitud considerable, esta región debe estar llena de vida animal y vegetal del personaje más bello. Todo debe haber sido desarrollado con la estructura más perfecta, los colores más brillantes, los mayores poderes físicos y las capacidades morales y mentales más intensas. Una región así no puede ser menos que un paraíso, tan bella y perfecta como la que se haya registrado en los libros sagrados de los antiguos teólogos, o de la que la mente humana aún puede concebir. Hay referencias frecuentes y singulares que se encuentran en los libros sagrados, leyendas y poemas de varias naciones del norte, que han sido la morada de seres felices, poderosos y altamente inteligentes.


El planeta Neptuno

Durante algunos años, los defensores de la rotundidad de la tierra, y de la filosofía newtoniana en general, solían referirse, con aire de orgullo y triunfo, al supuesto descubrimiento de un nuevo planeta, al que se dio el nombre de "Neptuno". como una evidencia innegable de la verdad de su sistema o teoría. Se dijo que la existencia de esta luminaria estaba basada únicamente en el cálculo, y durante un período considerable antes de que fuera vista por el telescopio. El argumento era: "Que el sistema por el cual se hizo tal descubrimiento, debe ser necesariamente verdadero". Un artículo que apareció en el "Illustrated London Almanack", para 1847, contenía las siguientes palabras:
"Sea cual sea la opinión que tomemos de este noble descubrimiento, es muy gratificante, ya sea al agregar otro planeta a nuestra lista, ya sea al probar la exactitud de la teoría de la gravitación universal, o en qué vista, debe considerarse como un descubrimiento espléndido, y su mérito se debe principalmente a la astronomía teórica. Este descubrimiento es quizás el mayor triunfo de la ciencia astronómica que jamás se haya registrado ".
Si no existieran cosas tales como la crítica, la experiencia y la observación comparativa, el estudiante de astronomía todavía podría compartir el tono de exultación en el que el escritor antes mencionado se entrega. pero lea detenidamente el siguiente resumen de hechos y extractos, y verá que ese tono fue prematuro e injustificado.

pero nadie hizo otra cosa que seguir la inclinación de su inclinación, y no apoyó su afirmación por ninguna consideración positiva. Así se vio rodeada de dificultades la teoría de Urano, cuando M. Le Verrier, un eminente matemático francés, se comprometió a investigar irregularidades en sus movimientos... El resultado de estos cálculos fue el descubrimiento de un nuevo planeta en el lugar que le asignó la teoría, cuya masa, distancia, posición en los cielos y órbita que describe alrededor del sol, se determinaron aproximadamente antes de que el planeta hubiera sido visto. , y todo está de acuerdo con las observaciones, en la medida en que en la actualidad se puede determinar".  ("Illustrated London Almanack" 1847)

El primer artículo de M. Le Verrier apareció el 10 de noviembre de 1845 y el segundo el 1 de junio de 1846; y "el 23 de septiembre, el Dr. Galle, en Berlín, descubrió una estrella de octava magnitud, que resultó ser el planeta", por lo que se pensó; y por lo tanto, si hubiera sido cierto, los filósofos newtonianos tenían una buena razón para estar orgullosos de la teoría que aparentemente había conducido a resultados tan grandes; y, como en el otro "gran descubrimiento" del célebre matemático francés, M. Foucault, del movimiento de la tierra por las vibraciones de un péndulo, los golpes de triunfo de los matemáticos estuvieron durante meses resonando en los oídos de toda la comunidad civilizada . Sin embargo, toda esta alegría científica fue repentinamente detenida por la aparición, dos años después, de un documento de M. Babinet,

(...) M. Babinet hizo una comunicación con respecto al planeta Neptuno, que en general se ha llamado planeta M. Le Verrier, cuyo descubrimiento, como se dijo, lo hizo él a partir de deducciones teóricas que asombraron y deleitaron al público científico. . Lo que M. Le Verrier había deducido de la acción en otros planetas de algún cuerpo que debería existir se verificó, al menos, por lo que se pensó en ese momento, mediante la visión real. Neptuno fue visto en realidad por otros astrónomos, y el honor del teórico obtuvo un brillo adicional. Pero de una comunicación de M. Babinet se desprende que este no es el planeta de M. Le Verrier. Había colocado su planeta a una distancia del sol igual a treinta y seis veces el límite de la órbita terrestre. Neptuno gira a una distancia igual a treinta veces de estos límites,¡Doscientos millones de leguas! M. Le Verrier había asignado a su planeta un cuerpo igual a treinta y ocho veces el de la tierra; ¡Neptuno tiene solo un tercio de este volumen! El señor Le Verrier había declarado que la revolución de su planeta alrededor del sol tendría lugar en doscientos diecisiete años; ¡Neptuno realiza sus revoluciones en ciento sesenta y seis años! Así, entonces, Neptuno no es el planeta de M. Le Verrier, ¡y toda su teoría con respecto a ese planeta cae al suelo! M. Le Verrier puede encontrar otro planeta, pero no responderá a los cálculos que hizo para Neptuno.
"En la sesión del día 14, M. Le Verrier notó la comunicación de M. Babinet, y en gran medida admitió su propio error. Se quejó, de hecho, que gran parte de lo que dijo fue tomado en un sentido demasiado absoluto, pero muestra mucho más franqueza de lo que se podría haber esperado de un explorador decepcionado. M. Le Verrier puede consolarse con la reflexión de que si no ha tenido tanto éxito como creía haber tenido, otros podrían haber sido igualmente infructuosos; y como todavía tiene ante sí un inmenso campo para el ejercicio de la observación y el cálculo, podemos esperar que pronto haga algún descubrimiento que elimine la aflicción de su actual decepción ".  ("Times", 18 de septiembre de 1848.)
"Como los datos de Le Verrier y Adams se mantienen en la actualidad, existe una discrepancia entre la distancia predicha y la verdadera, y en algunos otros elementos del planeta ... Parece que, según las observaciones más recientes, la masa de Neptuno, en lugar de ser, como se dijo al principio, nueve mil trescientas, es solo una veintitrés milésimas del sol, mientras que su tiempo periódico ahora se da con una probabilidad mayor de 166 años, y su distancia media al sol casi treinta veces la de la tierra. Le Verrier dio la distancia media del sol treinta y seis veces mayor que la de la Tierra y el período de revolución de 217 años". ("Cosmos", por Humboldt, p. 75.)
De este modo, hemos descubierto que "un descubrimiento que fue sin duda uno de los triunfos más importantes que ha alcanzado la ciencia matemática, y que marcó una era que debe ser memorable en la historia de la investigación física", y que "hace algunos años fue emocionante  y asombroso para todos", fue realmente peor que ningún descubrimiento en absoluto; Fue un gran error astronómico. Un error de seiscientos millones de millas en la distancia del planeta, de dos tercios en su volumen y de cincuenta y un años en su tiempo periódico, debería al menos hacer que los defensores de la teoría newtoniana sean menos positivos, menos fanáticos e idólatras, porque muchos de ellos lo son tanto como los seguidores y más dispuestos a reconocer lo que nunca deberían olvidar, que, en el mejor de los casos, su sistema es hipotético y, tarde o temprano, debe dar lugar a una filosofía práctica, cuyas premisas son demostrables y que son , en todos sus detalles, secuenciales y consistentes. ¿Nunca aprenderán a valorar la verdad importante, que un claro reconocimiento práctico de un solo hecho en la naturaleza vale todas las hipótesis que las fantasías desenfrenadas de los filósofos amantes de la maravilla han podido fabricar?


Transmisión de la luz

No hay mucho que decir respecto de este título, ya que nuestro venerable "doctor" Rowbotham simplemente afirma que este texto le resulta incomprensible y no presenta ninguna explicación alternativa qe intente refutarlo. Haremos notar en este punto que se refiere a  François Jean Dominique Arago, por lo que comete un error a atribuirle estas palabras a M. Arago


Precesión de los equinoccios

La Tierra, además de movimientos de rotación y traslación, tiene un tercer movimiento llamado precesión.

Este movimiento consiste en la rotación del eje de la Tierra alrededor de la vertical a la eclíptica, dando lugar a la rotación del polo Norte entorno a la estrella Polar con un periodo de aproximadamente 26.000 años. Hiparco de Nicea (siglo II a.C.) fue el primero en dar el valor de la precesión de la Tierra con una aproximación extraordinaria para la época.

El movimiento de precesión es común a todos los cuerpos que giran en torno a sí mismos y se desplazan al mismo tiempo en presencia de un campo gravitatorio, como en el caso de una peonza.

Debido a este giro del eje de la Tierra el paisaje de estrellas que vemos en el firmamento varía muy lentamente con el tiempo. En el momento actual el eje de la Tierra apunta a Polaris, actual Estrella Polar (llamada así por ser la estrella situado encima de nuestro polo Norte).

Estrellas que se alinean con el polo Norte terrestre en diversos momentos del movimiento de precesión terrestre
Con el transcurso del tiempo el eje de la Tierra irá pasando sucesivamente, a intervalos de unos 6.000 años, por Alfa Draconis, Vega, Deneb y Alderamin para volver a Polaris al cabo de unos 26.000 años.

Igualmente, la posición de las distintas constelaciones varía lentamente, tendiendo a adelantarse el comienzo de las mismas. Así, en la época del Imperio Romano el Sol estaba en la constelación de Aries al comienzo de la primavera. En la actualidad la primavera comienza cuando el Sol esta en Piscis, y en un futuro, no muy lejano, comenzará cuando el Sol entre en Acuario.

Lo mismo ocurre con las demás estaciones, por lo que se debería hablar de la precesión de las estaciones. Sin embargo se habla de precesión de los equinoccios porque en ellos se observó por primera vez este fenómeno (gracias a Hiparco de Nicea en el siglo II a.C.).


El Planeta Neptuno

El 23 de septiembre de 1846 se produjo el descubrimiento oficial del planeta Neptuno. Este gigante gaseoso de hidrógeno y helio fue el primer planeta localizado mediante predicciones matemáticas en lugar de mediante observaciones regulares del cielo. El hallazgo se debió al matemático francés Urbain Joseph Le Verrier quien, partiendo de los cambios de comportamiento de Urano en su órbita, propuso como explicación la existencia de un planeta desconocido cuya posición y masa llegó a precisar. Ignorado por los astrónomos franceses, Le Verrier, envió sus predicciones matemáticas al astrónomo alemán Johann Gottfried Galle que trabajaba en el Observatorio de Berlín. En la primera noche de observación empleando los cálculos de Le Verrier, Gottfried encontró Neptuno. Paralelamente a Le Verrier, el británico John Couch Adams también había llegado a las mismas conclusiones, razón por la que también se le considera descubridor del planeta.

Efectivamente, tal como señala Rowbotham, la distancia de Neptuno hasta el sol es de 30 veces la de la tierra al sol, o 30 U.A. Sin embargo, entran algo más de 57 tierras en el volumen que ocupa. El caso es que con las correcciones hechas o sin ellas, el simple reconocimiento de la existencia de Neptuno deja muy mal parado a nuestro venerable doctor.

Comparación entre los tamaños de la Tierra y Neptuno
La ciencia no escribe nada sobre piedra. Nuevos cálculos o mediciones exigen cambiar lo que se tenía como correcto? No importa. Se cambia y nadie debe sentirse avergonzado. Ser un investigador científico, de cualquier clase que sea, exige estar dispuesto a equivocarse y corregir cada error que pudieran ser detectado y por sobre todas las cosas, no ignorar deliberadamente las inconsistencias halladas. Algo que los terraplanistas hacen permanentemente.

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miércoles, 26 de junio de 2019

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo XIV: Movimiento retrógrado de los planetas

Movimiento retrógrado de los planetas

A veces se ve que los planetas se mueven de este a oeste, a veces de oeste a este, y otras veces parecen estacionarios, y se afirma que "la hipótesis del movimiento de la tierra es la explicación natural y fácil, y que sería en vano buscarlo de cualquier otro sistema". Para aquellos que han adoptado la teoría newtoniana, el lenguaje anterior es bastante natural; pero cuando se demuestra que el fundamento mismo de ese sistema es erróneo, debemos buscar la causa tal como existe realmente en los cielos, independientemente de cada hipótesis y consecuencia. Una observación cuidadosa ha demostrado que el avance, el reposo aparente y la retrogradación de un planeta es un resultado mecánico simple. Todas las órbitas están por encima de la tierra; y cada vez que un espectador se encuentra en una posición tal que un planeta se mueve de derecha a izquierda, solo tiene que esperar hasta que llegue al final o parte de su órbita más cercana, cuando, mientras gira para atravesar el otro lado de la órbita, pasará, durante un tiempo, en una dirección en la que la línea de visión es una tangente Una buena ilustración se encuentra en una carrera elíptica o circular. Una persona parada a cierta distancia fuera del campo vería a los caballos entrar por la derecha y pasar delante de él a la izquierda; pero al llegar al arco extremo, pasarían por un tiempo en dirección de, o en paralelo, a su línea de visión, y, por lo tanto, por un tiempo parecerá que no progresan, pero al entrar al otro lado de la pista, el espectador los verá moverse de izquierda a derecha, o en dirección contraria a la que pasaron antes frente a él. El siguiente diagrama, fig. 99, ilustrará esto.

Fig. 99
S representa el lugar del espectador. Es evidente que un cuerpo que pasa de A a P, lo hará de derecha a izquierda; pero durante su paso de P a T parecerá que no se mueve a través del campo de visión. Sin embargo, al llegar a T y pasar a B, se vería moverse de izquierda a derecha; pero de B a A volvería a parecer casi estacionario.


El movimiento retrógrado de los planetas es aparente, pero en la antigüedad se pensaba que era real. El modelo de universo de Ptolomeo, con sus ciclos y epiciclos, intentaba dar cuenta de esos movimientos.

Tal vez sea conveniente señalar que Ptolomeo nunca dudó de la esfericidad terrestre. Consideraba que la Tierra se encuentra situada en el centro del Universo y el sol, la luna y los planetas giran en torno a ella arrastrados por una gran esfera llamada "primum movile", mientras que la Tierra es esférica y estacionaria. Las estrellas están situadas en posiciones fijas sobre la superficie de dicha esfera.

También, siempre según la teoría de Ptolomeo, el Sol, la Luna y los planetas están dotados además de movimientos propios adicionales que se suman al del primun movile. Afirmaba que los planetas describen órbitas circulares llamadas epiciclos alrededor de puntos centrales que a su vez orbitan de forma excéntrica alrededor de la Tierra.


Pero luego se produjo una revolución científica con Copérnico, uno de los astrónomos más importantes de la Historia, con la publicación en 1543 del libro "De Revolutionibus Orbium Coelestium".de la teoría heliocéntrica, que ya había sido propuesta originalmente por Aristarco de Samos en el Siglo III aC. (mucho antes de que existiera la NASA!) gracias a la cual se podían explicar esos movimientos como una ilusión y no como algo real. Con la llegada de la teoría heliocéntrica se explicó dicho movimiento retrógrado con las posiciones de los planetas en sus órbitas alrededor del sol.

En la siguiente animación del movimiento de la Tierra y Marte podemos ver que parece que Marte retrocede, aunque no lo hace. La parte superior del gráfico es lo que se percibe en el cielo (un bucle), la parte inferior es lo que objetivamente ocurre.


Volviendo a Rowbotham, el mayor fallo en su "explicación" es colocar a la tierra fuera del sistema. Tal cosa no tiene absolutamente ningún sentido, ni siquiera en el sistema geocéntrico; utilizando su propia analogía, el observador debería estar ubicado en el interior de su pista de caballos. Si lo hubiera hecho, habría tenido un verdadero problema para explicar el movimiento retrógrado de los planetas 

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jueves, 13 de junio de 2019

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo XIV: Diferencia en tiempos solares y siderales

Diferencia en tiempos solares y siderales

Se comprueba por observación que las estrellas llegan al meridiano unos 4 minutos más pronto que el Sol cada 24 horas, usando el tiempo solar como referencia. Esto es un hecho tal y como se observa en la naturaleza, pero la teoría de la redondez y el movimiento sobre ejes y en una órbita no le da cabida. Hace falta ignorar la verdad visible, porque esta teoría se interpone, e impide entenderlo a sus devotos. Lo que está claro y es consistente con todo hecho conocido, y con la evidencia directa en sus sentidos, debe interpretarse o traducirse en idioma teórico. Debe llamarse "una ilusión de nuestros sentidos", y debe afirmarse que es un resultado solamente aparente; siendo la causa real el movimiento progresivo de la Tierra alrededor del Sol es lo que se llama la eclíptica, el plano de la cuál se supone que está inclinado respecto al ecuador 23° 28'.




Este título es especialmente interesante. Rowbotham se limita a decir que la explicación que ofrece la ciencia a algo que cualquiera puede observar es falsa, pero omite cuidadosamente exponer alguna explicación alternativa, seguramente porque no tiene ninguna.

Un día solar es el tiempo empleado por un punto cualquiera de la superficie terrestre para encontrarse de nuevo, luego de lo que a un observador terrestre le parece ser una rotación, exactamente en la misma posición respecto del Sol.

En realidad el día solar equivale a algo más que una rotación, porque cuando el punto ha dado la vuelta completa no queda, como debiera, en la misma posición respecto del Sol. La razón de esto es que mientras efectuaba la rotación, la Tierra simultáneamente se trasladaba siguiendo su órbita alrededor del Sol.

Cuando el punto de referencia completó su rotación la Tierra ya se trasladó casi 2.500.000 km., de modo que para volver a ver el Sol habrá que girar un poco más, como se ve en la siguiente figura


El día solar es algo más que una rotación. El día sideral o sidéreo, utilizado habitualmente por los astrónomos, también se basa en la rotación de la Tierra; pero en este caso se toma como referencia una estrella lejana

Las estrellas están a tal distancia (la más cercana a muchos billones de kilómetros) que los movimientos de la Tierra pierden comparativamente toda importancia y en consecuencia basta una rotación completa para que el punto de referencia vuelva a encontrarse exactamente frente a la misma estrella. Entonces, el día sideral es ligeramente más corto que el día solar, pues este Último equivale a una rotación y algo más.

De todas maneras, ni el día sideral es exactamente de 23h 56m 04s ni el solar de 24 horas. En ambos casos se trata de días medios (día sideral medio y día solar medio). La Tierra no gira alrededor del Sol a la misma velocidad en toda su órbita, a medida que se acerca al perihelio va más deprisa y a medida que se acerca al afelio va más lenta. Es decir, tanto el día solar como el día sideral van cambiado a lo largo del año y lo que se toma es el día sideral medio (23h 56m 04s) y el día solar medio (24 horas).


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martes, 14 de mayo de 2019

Marte en Canadá

Por enésima vez me he topado con una publicación en la que se denuncia que las imágenes de la NASA de marte son todas falsas y que en realidad esas fotografías fueron tomadas en la Isla Devon en Canadá. Ya me cansaron.

"Hay un número cada vez mayor de personas que piensan que el vehículo de Marte Curiosity Mars de la NASA nunca abandonó la Tierra en primer lugar.
En realidad, las imágenes que la NASA supuestamente está recibiendo de 'Marte' se toman en áreas remotas de nuestro planeta, por ejemplo, desde la isla Devon, Canadá.
Las misiones de Marte son solo una continuación de los engaños del aterrizaje de la Luna" (extraído de un sitio negacionista, elegido al azar)
La isla de Devon, en la bahía de Baffin, perteneciente al Archipiélago Ártico Canadiense, es la mayor isla deshabitada en la Tierra, y por buenas razones. El suelo permanece congelado durante casi todo el año, sobre todo el tercio oriental de la isla, que está permanentemente cubierto por una capa de hielo de unos 5 a 7 metros de espesor. Por un breve período, con una duración de 45-50 días, durante la temporada de verano, el suelo está libre de nieve. Durante esta época, la temperatura se sitúa alrededor de los 8°C, siendo la temperatura media anual es de -16°C.


Devon Island es hogar del cráter Haughton. Allí se encuentra el sitio del Haughton Mars Project de la NASA. Su ubicación está aislada del resto del mundo y continúa existiendo como si estuviera ubicada en otro planeta.

En resumen, la isla de Devon es una tierra estéril, dominada por rocas heladas, y casi desprovista de plantas y animales. Pero para los científicos e investigadores, Devon es un lugar muy interesante. Su entorno desierto y la dureza del clima es muy similar a las condiciones en Marte.

Por lo tanto, ningún ser humano se atreve a establecerse en esta tierra, aunque los astronautas que se preparan para las misiones a Marte hacen visitas ocasionales a la isla de Devon para acostumbrarse a las condiciones extraterrestres.

Los investigadores han probado robots, trajes espaciales, taladros y otros objetos en la isla de Devon que ayudarían a prepararse para futuras misiones a Marte.

La tierra no mapeada y el entorno brutal de la isla de Devon permiten que la tripulación espacial pruebe lo que sería aterrizar en un lugar donde nada es predecible.



Y cómo se han enterado los guerreros anti-sistema que marte es, en realidad, la isla Devon en Canadá? Años de paciente investigación, en la Deep Web? Tal vez analizando documentación clasificada obtenida vaya uno a saber cómo?

No.

La simple verdad es que toda la información que los guerreros del anti-sistema denuncian, puede ser revisada en el sitio web de la NASA, junto con cientos de fotografías!


Prestaron atención a la fecha? Año 2013. Y los "despiertos"acaban de descubrirlo... Las imágenes que siguen, son anteriores!


Por supuesto, Algún deshonesto TP edita estas imágenes agregándoles un filtro de color y las publica como "las fotos falsas con las que la NASA quiere engañarnos". PATÉTICO.