sábado, 31 de diciembre de 2016

La Tierra Plana alrededor del Globo

El Arzobispo anglicano James Ussher, luego de un prolijo y exhaustivo estudio de la Biblia y otros documentos terminó en el Siglo XVII su trabajo “Annales veteris testamenti, a prima mundi origine deducti" (Anales del Viejo Testamento, derivados de los primeros orígenes del mundo), en el que concluía que la Creación se realizó al atardecer del 22 de octubre de 4.004 aC.

Sin embargo, nada decía sobre la forma que tenía la tierra recién creada. Fue acaso la tierra plana que proclaman los defensores de esta idea, o fue una tierra esférica, dentro de un inmenso universo?

La imaginación, llevó al hombre a figurarse a la Tierra de diferentes formas casi todas simétricamente sencillas, y algunas otras perfectamente pensadas para que coincidan con las creencias religiosas. Hasta que los griegos comenzaron a ver la forma de la tierra como realmente tenía que ser y no como querían que fuese. Casi todos los pueblos tienen y tuvieron una noción de la forma de la Tierra, aunque más no sea de la región en que viven, que muchas veces se presentó como la única región o ubicándola en el centro del mundo conocido. Se imaginaron la tierra, con una forma plana, y apoyadas o flotando sobre distintos sitios.

La Tierra Plana en las antiguas culturas
La idea de una tierra cuadrada fue muy atractiva para muchos pueblos. Los antiguos peruanos se imaginaban el mundo como un cofre con un tejado a dos aguas en donde vivía un gran dios. El universo de los aztecas estaba formado por cinco cuadrados, un cuadrado en el centro y los otros en cada uno de sus lados. Cada uno de los cuadrados contenía uno de los cuatro puntos cardinales, que provenían del lugar central, morada del dios Xiuhtecutli, madre y padre de los dioses y habitantes del ombligo de la tierra. Los mayas creían que el universo tenía tres niveles, el inframundo, el mundo humano y la esfera celeste. Estos niveles se mantenían unidos por su eje por una ceiba sagrada. El mundo medio presentaba cuatro direcciones orientadas a los puntos cardinales, en cada esquina se ubicaba un cargador del cielo o bacab y una ceiba similar a la del centro. Otros pueblos concibieron el mundo como una rueda, incluso un tetraedro.


Los antiguos babilonios, creían que la tierra era plana, y flotaba sobre el agua, además estaba cubierta por una bóveda celeste metálica del que colgaban las estrellas, por encima de esta bóveda había una capa de agua, que a veces se filtraba a través de ella provocando así la lluvia.

Para los sumerios, el universo apareció por primera vez cuando Nammu, un abismo sin forma, se abrió a sí mismo y en un acto de auto-procreación dio nacimiento a An (Anu) (dios del cielo), y a Ki (diosa de la Tierra), referida comúnmente como Ninhursag.


La unión de Anu (An) y Ki produjo a Enlil, el señor del viento, quien eventualmente se convirtió en el líder de los dioses. Después, Enlil fue desterrado de Dilmun (el hogar de los dioses) debido a la violación de Ninlil, de la que tuvo un hijo, Sin (dios de la Luna), también conocido como Nannar.

Sin y Ningal dieron a luz a Inanna (diosa del amor y de la guerra) y a Utu o Šamaš (dios del Sol). Durante el destierro, Enlil engendró tres deidades del inframundo junto con Ninlil, el más notable de ellos fue Nergal.

Nammu también dio a luz a Enki o Abzu, dios del abismo acuático.

Los antiguos habitantes de la India, creían que nuestro Planeta, estaba apoyado en una inmensa bandeja de oro, sostenida por el lomo de unos elefantes puestos en círculo, en dos niveles.

Estos elefantes a su vez se encontraban de pie sobre una gigantesca tortuga, que para ellos representaban al dios de las aguas. Más adelante evolucionaron a la creencia de que el universo era una superposición de cielo, aire y una tierra plana y circular, en cuyo centro estaba el monte Sameru (identificado con el Himalaya), al sur del cual estaba la India, en un continente rodeado por el océano. El cielo tenía siete niveles y el séptimo era la morada de Brahma. El infierno tenía otros siete niveles.

Los chinos a pesar de tener unos mapas perfectamente detallados, creían que la tierra era plana y que China estaba en el centro. En la antigua China, según la teoría Kai t´´ien, el cielo y la tierra eran planos y se encontraban separados por 80.000 li (1 li equivale a medio kilómetro) El sol, cuyo diámetro era de 1250 li, se movía circularmente en el plano del día; cuando se encontraba sobre China era de día y cuando se alejaba venía la noche. Posteriormente, esa idea fue modificada. En esta nueva versión, el cielo y la tierra eran semiesferas concéntricas con un radio de 60.000 li

En la mitología nórdica, en un principio sólo existía el vacío. No había océano que ocupara su vasto imperio, ni árbol que levantase sus ramas o hundiera sus raíces. Más al norte allá donde el abismo, se formó una región de nubes y sombras llamadas Niflheim. En el sur se formó la tierra del fuego, Muspellsheim. Los doce ríos de pura agua glacial que trascurrían desde Niflheim hasta encontrarse con los correspondientes de Muspellsheim llevaban amargo veneno y pronto se solidificaron. Cuando las heladas aguas del norte tocaron sus rígidos cuerpos serpentinos, el abismo se llenó de gélida escarcha.


Con el aire cálido que soplaba desde el sur empezó a derretir la escarcha y de las amorfas aguas surgió Ymir, un gigante de escarcha, el primero de todos los seres vivientes.

Del hielo surgió una gran vaca llamada Audumla. E Ymir apagó su sed en uno de los cuatro manantiales de leche que fluían de la criatura. Cada uno de estos seres primarios tuvieron hijos de forma asexual: Ymir a partir de su propio sudor y Audumla lamiendo el hielo. El matrimonio de Bestla, hija de Ymir, con Bor, nieto de Audumla, trajo a los tres dioses, Odín, Vili y Va, quienes muy pronto se volvieron en contra de la raza de los gigantes exterminándolos a todos menos a dos, que escaparon para perpetuar la raza. Al calmarse el caos resultante del desbordamiento, al derretirse el hielo, los tres dioses sacaron el cuerpo inerte de Ymir fuera de las aguas y crearon la tierra, a la que llamaron Midgard, la Principal Morada. De los huesos de Ymir se crearon las montañas y su sangre llenó los océanos. Su cuerpo se convirtió en tierra y sus cabellos en árboles. Con su calavera los dioses formaron la bóveda de cielo, que atestaron de brillantes chispas de los fuegos de Muspellsheim. Estas chispas son las estrellas y los planetas.

Del suelo brotó Yggdrasilll, el gran fresno, cuyas poderosas ramas separaban los cielos de la tierra y cuyo tronco constituía el eje del universo. De hecho en algunas leyendas Yggdrasill es el mundo mismo. Nadie podría narrar su grandeza. Sus raíces se hincan en las profundidades, más allá de las raíces de las montañas y sus perennes hojas atrapan las estrellas fugaces según pasan.

Son tres sus raíces. La primera llega hasta Nifheim, tierra de sombras o infierno y toca la fuente Hvergelmir de donde mana los doce ríos de la región del Norte. La segunda entra en la tierra de los gigantes helados y bebe de la fuente de Mimir, fuente de toda sabiduría. La tercera se extiende por lo cielos donde discurre la fuente de Urd, el más sabio de los Nornos.

Otros pueblos, suponían que la Tierra era una superficie plana, cubierta por una gran esfera cristalina, en la que se encontraban Pegados a ella, las estrellas, el Sol, la Luna y todos los cuerpos celestes que eran vistos en las noches despejadas.

Según los primeros griegos, la tierra tenía forma de disco, dividido en dos zonas; Una zona inferior, cerca de la superficie, donde se encontraba la casa de Hades u el Reino de la Muerte, y bajo ella el Reino de la Oscuridad Eterna y una zona superior, de gran tamaño, la atmósfera, el lugar de las nubes y la niebla.


En la esfera del cielo se situaba el sol, la luna y las estrellas. Esta esfera estaba en movimiento, de tal forma que los astros realizaban un movimiento circular por encima de la tierra

Una de las mayores inspiraciones de los antiguos griegos fue la de afirmar que la Tierra tenía la forma de una esfera. Originalmente concibieron esta idea (la tradición concede a Pitágoras de Samos la primacía en sugerirla, alrededor del 525 d. de J.C.) sobre bases filosóficas, a saber, que la esfera era la forma perfecta. Pero los griegos también la comprobaron mediante observaciones. Hacia el 350 a. de J.C., Aristóteles expresó su creencia que la Tierra no era plana, sino redonda. Su argumento más efectivo era el que si uno se trasladaba hacia el Norte o hacia el Sur, iban apareciendo nuevas estrellas en su horizonte visible, al tiempo que, desaparecían, bajo el horizonte que dejaba atrás, las que se veían antes. Por otra parte, cuando un barco se adentraba en el mar, no importaba en qué dirección, lo primero que dejaba de verse era el casco y, por fin, los palos. Al mismo tiempo, la sombra que la Tierra proyectaba sobre la Luna durante un eclipse lunar, tenía siempre la forma de un círculo, sin importar la posición de nuestro satélite. Estos dos últimos fenómenos serían ciertos sólo en el caso que la Tierra fuese una esfera. 

Las religiones abrahámicas 
Según el Corán, la tierra es tan plana como una alfombra: 
Él os ha puesto la tierra como asiento y os ha trazado en ella caminos…(20:53)
Allah os ha puesto la tierra extendida…(71:19)
¿Es que no se fijan en los camellos y cómo han sido creados? ¿Y en el cielo y cómo ha sido elevado? ¿Y en las montañas, cómo han sido erigidas? ¿Y en la tierra, cómo ha sido extendida? (88:17-20) 
Uno de los mayores comentaristas musulmanes de todos los tiempos explica el 88:20 de la siguiente manera: 
En cuanto a Sus palabras «sutihat» en una lectura literal sugiere que la tierra es plana, lo cual es la opinión de la mayoría de los eruditos de la [revelada] Ley, y no una esfera como los astrónomos sostienen, incluso si esto [después] no contradice ninguno de los pilares de la ley. 
 Aprendemos de los compañeros de Mahoma que las siete tierras son planas. Ibn Abbas comenta:
(Alá es Quien ha creado siete cielos) uno encima del otro como una cúpula, (y la tierra de la misma forma), siete tierras pero son planas. 
Mahoma claramente creía que es el movimiento del sol, no la rotación de la tierra, lo que nos hace nuestra observar al sol en movimiento en el cielo: 
Y el sol, que corre hacia un lugar de reposo que tiene. Ese es el decreto del Poderoso, el Sabio. Y a la luna le hemos fijado casas, hasta que se hace como una rama de palmera vieja. No procede que el sol alcance a la luna, ni que la noche se adelante al día. Cada una va en una órbita. (36:38-40) 
Nótese que aquí el Corán declara que los cuerpos celestes se mueven a lo largo de sus órbitas. Algunos musulmanes intentar estirar la interpretación en el sentido de que el universo es una esfera y que todo está navegando en ella, o que Mahoma está hablando de las órbitas de los planetas y las lunas. Sin embargo, Mahoma tiene, evidentemente, tanto a la luna como al sol en mente. Como leemos en el sura 21:33: 
Él es Quien creó la noche y el día, el sol y la luna. Cada uno navega en una órbita. (21:33) 
Sabemos que Mahoma creía que el sol se mueve por el cielo gracias a otros pasajes del Corán. Por ejemplo, los siguientes versículos nos dicen que un hombre (considerado por muchos musulmanes como Alejandro Magno) una vez alcanzó el lugar donde se pone el sol: 
Y te preguntan sobre Dhul Qarnayn, di: Voy a recitaros una mención sobre él. Verdaderamente le dimos poder en la tierra y de cada cosa le dimos un medio. Y siguió uno de ellos. Así cuando hubo alcanzado el poniente del sol, encontró que éste se ponía en un manantial cenagoso y halló junto a él a una gente. Dijimos: ¡Dhul Qarnayn!: O los castigas o adoptas con ellos una actitud de bien! (18:83-86) 
Según este pasaje, el sol es lo suficientemente pequeño como para meterse a una alberca cenagosa. Los musulmanes tratan de reinterpretar esto, pero el punto de vista de Mahoma es bastante claro.


La forma en que los hebreos antiguos concebían el universo es fascinante y dista mucho de cómo lo concibe la ciencia actual, pero no podemos decir que haya sido la intención de estos relatos la misma que tiene ciencia.

El relato bíblico de la creación requería una concepción de fondo de cómo se concebía el hábitat humano y divino, y el Antiguo Testamento lo desarrolla, pero sin que necesariamente constituya una cosmología completa y formal; ese no era el objetivo sino hablar de la divinización de todo el conjunto.

En el Antiguo Testamento la Tierra era concebida como un disco plano flotando sobre agua, el cielo como una cúpula sobre la Tierra, las estrellas fijas “pegadas” a la cúpula, el Sol la Luna y las estrellas móviles (los planetas visibles) colgando bajo el domo, movidas a través del cielo por ángeles.


Sobre el domo más agua, (explicando el por qué el cielo es de color azul como un mar) el domo a su vez tiene compuertas que se abren para producir lluvia, y sobre todo esto el trono de Dios, observando todo el mundo desde arriba.


La forma del mundo para los primitivos cristianos se convirtió en una imagen cuidada y atractiva desde el punto de vista de la teología. El cristianismo trajo consigo un olvido del saber griego y romano, en el mundo mediterráneo, que afligió a Europa desde el año 300 de nuestra era hasta el año 1300 (¡1000 años de ignorancia!). Durante estos siglos la fe y el dogma cristiano suprimieron los esmerados estudios de los sabios de la antigüedad. Los mapas eran circulares, rodeados del océano y con África arriba, Asia a la izquierda y Europa abajo. En otros que se llamaron mapas T-O, tenían la forma de una T dentro de una O, la T era un curso de agua que separaba a Asia arriba, Europa a la izquierda y África a la derecha. Jerusalén estaba en el centro de todos los mapas. El pensamiento cristiano también puso en duda la redondez de la Tierra, ya que la gente del hemisferio sur se podía caer al vacío. El marino griego Cosmas Indicopleustes, quien luego se convirtió en monje, escribió hacia el año 535 un trabajo titulado Topografía cristiana, en el cual da una descripción de la Tierra muy atractiva.

Mapamundi de Indicopleustes
Para éste, el mundo tiene la forma del Arca de la Alianza; y lleva esta comparación hasta los más mínimos detalles. Para Cosmas la Tierra es plana, de forma rectangular y constituye el piso de ese baúl que es el Arca de la Alianza. De cada lado se alzan paredes verticales y éstas, al reunirse, forman una especie de techo curvo, la tapa del baúl, que la particularidad de ser de doble forro. El plano inferior del techo es el cielo que vemos, mientras que el otro plano es el verdadero techo del universo. Cosmas Indicopleustes y Lactancio son los dos únicos autores cristianos de la Antigüedad y del medievo de los que se sabe con certeza que mantuvieron la idea de una Tierra plana.

Pero...
Ni el Arzobispo Ussher ni los antiguos pueblos alcanzaron a sospechar siquiera la verdad. Hoy sabemos que la tierra tiene alrededor de 4.500 millones de años al igual que todo el resto del sistema solar, luego de que por efecto de la gravedad se hubiera condensado el gas y el polvo que formaban la nube primigenia, restos de una supernova que provocó la muerte de una estrella que nos dejó como herencia la materia de la que estamos hechos…

Los terraplanistas afirman que no existe más universo que nuestra tierra, que es todo una mentira destinada a sacar al hombre de su lugar de privilegio en la Creación. Es una visión muy pequeña, en realidad, somos parte de algo mucho más maravilloso y grandioso, sin límites, esperando que, como lo hicieron los antiguos exploradores, nos lancemos a su conquista.



martes, 27 de diciembre de 2016

Demostración VIII de la tierra esférica

Los defensores de la Tierra Plana sostienen que el sol y la luna están a escasa distancia de la tierra y se hallan dentro del domo que cubre la tierra.

Esto implica un serio inconveniente a la hora de explicar el mecanismo que produce los eclipses, especialmente los lunares. Para ello, manejan distintas hipótesis, como las de la existencia de cuerpos oscuros y traslúcidos que resultan invisibles a menos que se interpongan entre la luna y la tierra. Recordemos que sostienen además que la luna genera su propia luz.


En realidad, es la tierra quien bloquea la luz del sol y proyecta su sombra sobre la superficie lunar. Nótese además que esta sombra muestra una curvatura que no es otra que la curvatura terrestre.

Un eclipse lunar o eclipse de Luna se produce cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna de modo que los tres cuerpos celestes -la Tierra, el Sol y la Luna- quedan exactamente alineados o muy cerca de estarlo, de tal modo que la Tierra bloquee los rayos solares que llegan al satélite. Así pues, se forma un cono de sombra del planeta Tierra sobre la Luna y, por consiguiente, su apariencia es oscura.






La sombra de la Luna está dividida en dos regiones: la umbra o sombra que es la parte oscura y con forma de cono y la penumbra, que es lo que queda alrededor. De tal forma que los eclipses lunares únicamente pueden ocurrir en la fase de luna llena para que -al alinearse los tres cuerpos- la Luna penetre en el cono de sombra que proyecta la Tierra en el espacio. El color rojo de la Luna se debe a la difracción de la luz del Sol al pasar por la atmósfera terrestre, unido a restos de polvo volcánico. Al incidir estos rayos del Sol en la Luna durante un eclipse, se vuelve de este color.

De esta manera, la primera impresión es pensar que debería haber un eclipse cada mes con cada plenilunio, pero no es así debido a que la órbita lunar está inclinada unos 5 grados respecto al plano de la eclíptica (la línea curva por donde "transcurre" el Sol alrededor de la Tierra, en su "movimiento aparente" visto desde la Tierra). 

Podemos clasificar a los eclipses lunares en tres categorías: 
  • Eclipse parcial: ocurre cuando solo una parte de la Luna entra en la umbra y es ocultada.
  • Eclipse total: sucede cuando la Luna entra completamente en la zona umbral, en el cono de sombra terrestre. Un caso especial de eclipse total es el total-central, en el cual la Luna, además de pasar por la umbra terrestre, lo hace por el centro de esta.
  • Eclipse penumbral: la Luna entra en el cono de penumbra de la Tierra, es decir, el satélite llega a atravesar únicamente las regiones más externas de la sombra terrestre, de manera que apenas se oscurece, y lo hace tan poco que cuesta percibir que está sucediendo un eclipse.
El diagrama muestra los nombres que reciben los contactos o etapas clave en un eclipse lunar. De derecha a izquierda:

  • P1 (Primer contacto): Comienzo del eclipse penumbral. 
  • U1 (Segundo contacto): Comienzo del eclipse parcial. 
  • U2 (Tercer contacto): Comienzo del eclipse total. 
  • Máximo del eclipse: Es la etapa de mayor ocultación del eclipse. 
  • U3 (Cuarto contacto): Fin del eclipse total. 
  • U4 (Quinto contacto): Fin del eclipse parcial. 
  • P2 (Sexto contacto): Fin del eclipse penumbral. 
En fin... Rescatemos finalmente un par de conclusiones que demuestran que la tierra es un cuerpo esférico flotando en el espacio...
  • La sombra curva de la tierra sobre la superficie lunar.
  • Para poder interponerse entre la luna y el sol, la tierra no puede ser como la describen los terraplanistas. No existe manera alguna de que este fenómeno pueda producirse en una tierra plana.
En estos días, la tierra habrá completado su órbita alrededor del sol e iniciará una nueva. Feliz nueva órbita para todos!

jueves, 22 de diciembre de 2016

Georges Lemaître y el "Big Bang"

La teoría del Big Bang es la mejor explicación científica que tenemos de cómo se creó el Universo. Lo que es menos conocido es la historia de un hombre al que apenas ahora se le está dando el crédito que merece como el científico que nos dio esa teoría.

En 1923, un joven de un pequeño pueblo de Bélgica llegó a la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, para llamar a la puerta de uno de los científicos más conocidos de la época, Arthur Eddington.

Este astrofísico, quien fue quien verificó la teoría de la Relatividad de Albert Einstein, estaba acostumbrado a recibir estudiantes de todas partes del mundo.

Sin embargo, el joven belga que lo visitó era distinto: llevaba un atuendo de sacerdote católico. Su nombre era Georges Lemaitre y ese año que pasó en Cambridge no sólo cambió su vida, sino también nuestra visión del Universo.

Georges Lemaître nació el 17 de julio de 1894 en Charleroi, Valonia (Bélgica). Desde muy joven, Lemaître descubrió su doble vocación de religioso y científico. Su padre le aconsejó estudiar primero ingeniería, y así lo hizo, aunque su trayectoria se complicó porque se pasó a la física y además porque, en mitad de sus estudios, estalló la Primera Guerra Mundial. A la edad de 17 años entró en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Lovaina y estudió ingeniería civil. Después sirvió como voluntario en el ejército belga durante la Primera Guerra Mundial,

Hoy en día, a Lemaître se le conoce como el padre del Big Bang. Él fue quien empezó a hablar del "huevo cósmico" o la "teoría del átomo primigenio". Fue el primero en proponer la teoría de la expansión del Universo que hoy en día se conocen como las leyes de Hubble, por el físico estadounidense Edwin Hubble.

Es por esto que muchos expertos lo consideran ahora como uno de los científicos y físicos más importantes del siglo XX.

Ciencia y religión

Es imposible entender quién era George Lemaître y cómo cambió lo que sabemos del mundo, sin reconocer que su ciencia y su fe fueron una parte integral e inseparable de su vida. Su vocación por las dos cosas empezó al mismo tiempo y evolucionó en paralelo.

Desde muy temprano mostró que era precoz en matemáticas y antes de que cumpliera 10 años le dijo a sus padres que quería hacerse sacerdote, pero fue su experiencia en la Primera Guerra Mundial, que lo que convenció de convertirse en sacerdote.

Se cuenta que entre batallas, Lemaitre leía una copia del génesis y el trabajo del físico francés Henri Poincaré. "Conocí a varias personas que coincidieron con Lemaitre en las trincheras", contó el filósofo científico Dominic Lamberth. "Y me dijeron que era muy extraño ver a un soldado que estudiaba ecuaciones con el libro de Poncaré".

Después de la guerra, el joven Lemaitre siguió sus estudios de matemática y física, y completó su preparación para ordenarse como sacerdote. El mismo año que fue ordenado, en 1923, ganó una beca para estudiar con Arthur Eddington, (quien jugó un papel importante para traer al mundo la teoría de la Relatividad de Einstein), en el observatorio de la Universidad de Cambridge.

Según los expertos, el año que pasó en Cambridge fue crucial para que Lemaitre diera una respuesta a la que quizás es una de las preguntas más importantes sobre el Universo: ¿cómo se originó? Un año más tarde viajó a Harvard y al MIT, en Massachusetts, EE.UU., para terminar su doctorado. Cuando regresó a Bélgica, Lemaitre era una de las pocas personas en el mundo que tenía un conocimiento profundo de las nuevas ideas "esotéricas" de Einstein sobre física.

Teoría del átomo primigenio
Lemaître fue pionero en ofrecer una concepción nueva del cosmos. Y llamó a su idea la "teoría del átomo primigenio", lo que hoy conocemos como la teoría del Big Bang. La idea estaba enterrada en una de las ecuaciones de Albert Einstein, pero disentía de las conclusiones que el científico alemán había sacado de su propio trabajo.

"Einstein descubrió las ecuaciones de la relatividad general que definen cómo se comporta la gravedad", explicó para el programa de radio de la BBC "Stories in Sound" el sacerdote y científico John Polkinghorne. "Pero pensó que el Universo debía ser estático, que no podía cambiar. Mientras que Lemaitre concluyó que el Universo estaba cambiando todo el tiempo, que se estaba expandiendo".

A partir de esa premisa el Universo tenía una historia, no era eterno. Esto contradecía la Teoría del Estado Estacionario, que también se formuló en el siglo XX.
"De acuerdo con este modelo, el Universo siempre ha existido", explicó Wilkinson. "Y si bien el Universo se expande, lo hace con la creación de pequeños pedazos de materia entre las galaxias, al contrario del Big Bang, donde todo empezó a partir de una gran expansión".
Con el descubrimiento de radiación en el Universo, considerada como el eco del Big Bang, el trabajo de Lemaître allanó el camino para tener una mirada alternativo del espacio.

Fue el primero en demostrar que la idea original de Einstein sobre que el Universo no se expande, es imposible. 

Lemaître coincidió con Einstein en varias ocasiones y este se mostró impresionado con las ideas del cura belga. En una ocasión, se cuenta que después de que Einstein ofreció una clase, un miembro de la prensa le preguntó cuántas personas en la audiencia pensaba habían entendido lo que había dicho. "Casi seguro que solo una", respondió el científico alemán.


Lemaître estaba en la audiencia, pero esto no quiere decir que Einstein aceptara con los brazos abiertos que estaba errado en sus conclusiones.

Sin embargo, quizás el mayor opositor a la hipótesis de Lemaitre fue el astrónomo inglés Fred Hoyle, uno de los arquitectos del modelo del Estado Estacionario. De hecho fue Hoyle quien le dio su nombre a la teoría del Big Bang en una entrevista de radio para la BBC.

Si bien Lemaître era tan apasionado de la ciencia como de la religión, siempre fue contrario a mezclar estas dos disciplinas en un mismo proyecto. Se resistió a la idea de que la religión jugara un papel en el desarrollo de la ciencia, incluso cuando las teorías hablaban del origen del Universo como el Big Bang. Este sacerdote pensaba que era importante mantener una separación entre las ideas científicas y las creencias religiosas sobre la creación.


Falleció en Bélgica, el 20 de junio de 1966.

El "Big Bang"
La teoría del Big Bang propone que el universo se encontraba inicialmente en un estado de gran densidad y tras una gran explosión habría entrado en un proceso de expansión y enfriamiento en el cual nos encontraríamos en la actualidad y creando lo que conocemos como nuestro Universo.

Inmediatamente después del momento de la "explosión", cada partícula de materia comenzó a alejarse muy rápidamente una de otra, de la misma manera que al inflar un globo éste va ocupando más espacio expandiendo su superficie.

Los físicos teóricos han logrado reconstruir esta cronología de los hechos a partir de un 1/100 de segundo después del Big Bang. La materia lanzada en todas las direcciones por la explosión primordial está constituida exclusivamente por partículas elementales: Electrones, Positrones, Mesones, Bariones, Neutrinos, Fotones y un largo etcétera hasta más de 89 partículas conocidas hoy en día.

En 1948 el físico ruso nacionalizado estadounidense George Gamow modificó la teoría de Lemaître del núcleo primordial. Gamow planteó que el Universo se creó en una explosión gigantesca y que los diversos elementos que hoy se observan se produjeron durante los primeros minutos después de la Gran Explosión o Big Bang, cuando la temperatura extremadamente alta y la densidad del Universo fusionaron partículas subatómicas en los elementos químicos.


Cálculos más recientes indican que el hidrógeno y el helio habrían sido los productos primarios del Big Bang, y los elementos más pesados se produjeron más tarde, dentro de las estrellas. Sin embargo, la teoría de Gamow proporciona una base para la comprensión de los primeros estadios del Universo y su posterior evolución. A causa de su elevadísima densidad, la materia existente en los primeros momentos del Universo se expandió con rapidez. Al expandirse, el helio y el hidrógeno se enfriaron y se condensaron en estrellas y en galaxias. Esto explica la expansión del Universo y la base física de la ley de Hubble.

Después de la gran explosión
Según se expandía el Universo, la radiación residual del Big Bang continuó enfriándose, hasta llegar a una temperatura de unos 3 K (-270 °C). Estos vestigios de radiación de fondo de microondas fueron detectados por los radioastrónomos en 1965, proporcionando así lo que la mayoría de los astrónomos consideran la confirmación de la teoría del Big Bang.

Dijo S. Hawking
La evidencia científica para confirmar la idea de que el universo estaba inicialmente en un estado muy denso, surgió en octubre de 1965, con el descubrimiento de un débil fondo de microondas en todo el espacio. La única explicación posible para este fondo de microondas es que sea radiación proceda de un universo primigenio muy denso y caliente. A medida que el universo se expandía, la radiación se iba enfriando, hasta que quedó el débil remanente que podemos detectar hoy
Uno de los grandes problemas científicos sin resolver en el modelo del Universo en expansión es si el Universo es abierto o cerrado (esto es, si se expandirá indefinidamente o se volverá a contraer).


Un intento de resolver este problema es determinar si la densidad media de la materia en el Universo es mayor que el valor crítico en el modelo de Friedmann. La masa de una galaxia se puede medir observando el movimiento de sus estrellas; multiplicando la masa de cada galaxia por el número de galaxias se ve que la densidad es sólo del 5 al 10% del valor crítico. La masa de un cúmulo de galaxias se puede determinar de forma análoga, midiendo el movimiento de las galaxias que contiene. Al multiplicar esta masa por el número de cúmulos de galaxias se obtiene una densidad mucho mayor, que se aproxima al límite crítico que indicaría que el Universo está cerrado.

La diferencia entre estos dos métodos sugiere la presencia de materia invisible, la llamada materia oscura, dentro de cada cúmulo pero fuera de las galaxias visibles. Hasta que se comprenda el fenómeno de la masa oculta, este método de determinar el destino del Universo será poco convincente.



Georges Lemaître tenía muy claro que la ciencia y las creencias religiosas son cosas completamente diferentes; él, a diferencia de los tierraplanistas, aun siendo una persona de fe, jamás tuvo la ocurrencia de querer utilizar la Biblia como una fuente de conocimientos científicos.

Esta actitud de los defensores de la Tierra Plana, de pretender que todo el conocimiento necesario se encuentra en ese libro, les ha provocado la incapacidad de poder distinguir entre la realidad y la fantasía. Deberían tomar el ejemplo del científico sacerdote Georges Lemaître.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Demostración VII de la tierra esférica

Hoy es un día muy especial en la vida de los defensores de la tierra esférica. El 21 de diciembre se produce el solsticio de verano en el hemisferio sur. Este día se destaca por sobre los demás porque hoy el sol hace algo verdaderamente extraordinario: Alcanza el trópico de Capricornio. A consecuencia de ello, no hay noche en la Antártida.


Ocurren cosas verdaderamente extrañas en este día en el mundo plano. A pesar de estar más cerca del sol, el día en Buenos Aires dura mucho menos que las más de 17 horas en Ushuaia, en Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina. No existe una explicación para este fenómeno en la Tierra Plana.


Sin embargo, resulta fácilmente comprensible en una tierra esférica. La Antártida completamente iluminada hasta la latitud 66° 33' Sur y el Ártico completamente envuelto por la noche hasta la latitud 66° 33' Norte. Esto también explica por qué el día se hace más y más corto a medida que nos desplazamos hacia el norte.


Así funciona el día sin noche de la Antártida:


Exactamente el mismo fenómeno se produce en el hemisferio norte durante el solsticio del 21 de junio.

OK. Es verdad... Este video solo es una animación hecha por computadora. Veamos mejor este video, un time lapse de 24 hora de sol antártico...

viernes, 16 de diciembre de 2016

Demostración VI de la tierra esférica

Se le llama marea al ascenso y descenso periódicos de todas las aguas oceánicas, incluyendo las del mar abierto, los golfos y las bahías. Estos movimientos se deben a la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol sobre el agua y la propia Tierra.

Esta fuerza de atracción gravitacional que ejercen el Sol y la Luna sobre las masas de agua en la Tierra, provoca una oscilación rítmica de estas masas de agua debido a la órbita de la Tierra alrededor del Sol y de la Luna alrededor de la Tierra. Existen, por lo tanto, mareas causadas tanto por el Sol como por la Luna.

Cuando el océano se "infla" hablamos de marea alta o pleamar, momento en que las aguas cubren las orillas de las costas. La marea entrante se denomina "flujo".

Cuando la Luna está en el otro lado de la Tierra, tenemos marea baja o bajamar. Muchas playas quedan al descubierto y muchos barcos varados en ellas. La marea saliente se llama "reflujo".

El Sol también ejerce esta fuerza sobre nuestros mares, pero como está más lejos, su influencia es menor.

Una vez al mes, el Sol y la Luna están alineados, entonces los océanos se ven atraídos por las fuerzas combinadas de los dos astros y por ello la marea es más fuerte. Este fenómeno se denomina "marea viva" y es especialmente interesante para los pescadores y los que pasean por las playas. 

Parece sorprendente que el conocimiento de las mareas, y de las fuerzas que las provocan, es muy reciente. Esto es así porque las mareas en el Mar Mediterráneo -cuna de nuestra civilización- son demasiado pequeñas para ser consideradas algo importante, es un mar muy pequeño y hace falta una gran cantidad de agua para que varíe el nivel de las costas. El relieve de la costa también influye, en las costas planas la marea avanza mucho más terreno (y mucho más deprisa) que en la costas escarpadas.

Las mareas más altas se dan en el Atlántico, en la Bahía de Fundy (Canadá) el agua puede variar hasta 19 metros entre la marea alta y la baja. En la Bretaña francesa, en Mount Saint Michel, la variación del nivel del mar puede llegar a los 16 metros.


Por otro lado, para entender el mecanismo de las mareas hay que entender también las fuerzas astronómicas y la distribución de los océanos, algo que no aprendimos hasta hace relativamente pocos años. En algunas culturas, se creía que las mareas eran el latido del corazón de la Tierra. 

Mareas lunares
La Luna, por estar mucho más cerca de la Tierra que el Sol, es la causa principal de las mareas. (Es conveniente recordar que Isaac Newton mostró que la atracción gravitatoria depende de las masas de los cuerpos y de la distancia que los separa).

Las masas de agua, así como todo en la Tierra, están expuestas, además, a la fuerza centrífuga (hacia fuera de la Tierra) como resultado del movimiento de rotación de la Tierra. El nivel de marea que se produce es, por tanto, el resultado de la combinación de estas dos fuerzas (centrífuga + gravitatoria).

Así, cuando la Luna está justamente encima de un punto dado de la Tierra, la combinación de estas fuerzas hace que el agua se eleve sobre su nivel normal. Esto se conoce como marea alta o pleamar. Lo mismo ocurre con las regiones situadas en el lado opuesto de la Tierra. A la primera se le conoce como marea directa, mientras que a la segunda se le conoce como marea opuesta.

Asímismo, a lo largo de la circunferencia formada por las zonas perpendiculares al eje de mareas directa y opuesta se producen fases de marea baja o bajamar.

Las mareas altas y bajas se alternan en un ciclo continuo. En la mayoría de las costas del mundo se producen dos mareas altas y dos mareas bajas cada día lunar (su duración media es de 24 hrs., 50 mins. y 28 segs.).

Mareas solares
Igualmente, el Sol provoca el ascenso de dos crestas de onda opuestas, pero como el Sol está lejos de la Tierra, su fuerza para crear mareas es un 46% menor que la Luna.

El resultado de la suma de las fuerzas ejercidas por la Luna y el Sol es una onda compuesta por dos crestas, cuya posición depende de las posiciones relativas del Sol y de la Luna en un instante dado.

De este modo, durante las fases de Luna nueva y llena -cuando el Sol, la Luna y la Tierra están alineados- las ondas solar y lunar coinciden creando un estado conocido como marea viva. En éstas, las mareas altas ascienden más y las mareas bajas descienden más de lo habitual.

Correspondientemente, cuando la Luna está en el primer o tercer cuadrante, el Sol forma un ángulo recto con respecto a la Tierra que hace que las ondas queden sometidas a fuerzas opuestas del Sol y de la Luna. Este estado se conoce como el de marea muerta, donde las mareas altas son más bajas y las mareas bajas son más altas que lo normal.

1 y 3: Cuando el sol y la luna están alineados (luna nueva y luna llena) se producen las mayores mareas (marea viva).
2 y 4: Cuando la luna y el sol están en ángulo recto (cuarto menguante y cuarto creciente) las mareas son mucho menores (marea muerta)
Las mareas viva y muerta se producen 60 horas después de las fases correspondientes de la Luna, este periodo se llama edad de la marea o de la fase de desigualdad.

Periodicidad
Como habíamos indicado anteriormente, las mareas altas y bajas se alternan en un ciclo continuo. Las variaciones producidas de forma natural entre los niveles de marea alta y baja se conocen como amplitud de la marea.

Si observamos un día completo las oscilaciones del mar podemos comprender mejor este ciclo. Esto nos permitiría determinar lo siguiente:

El nivel del agua sube (Creciente) hasta llegar a un máximo llamado Pleamar (PM) o "llena". Luego se mantiene estacionaria por un periodo de tiempo, llamándose Marea Parada. Posteriormente, comienza a bajar (Vaciante) hasta llegar a un mínimo llamado Bajamar (BM) o "seca", produciéndose otro periodo estacionario.

Este ciclo se repite cada día lunar (24 hrs., 50 mins., 28 segs.), produciendo dos mareas altas y dos mareas bajas en cada ciclo.

La siguiente gráfica, correspondiente a las predicciones de mareas para el día de la publicación del presente post, para el puerto de Río Gallegos en el Sur de Argentina, muestra este movimiento diario:



Marea terrestre
Uno de los problemas que mayor interés despierta actualmente entre los geofísicos de todo el mundo es del estudio de las deformaciones elásticas periódicas, denominadas “mareas terrestres”, que por efecto de las acciones gravitatorias de la Luna y el Sol, sufre nuestro planeta. Es de señalar que éste es prácticamente el único fenómeno de deformación de la Tierra para el que podemos calcular “a priori” las fuerzas de acción.


La Tierra no es un sólido rígido sino, en su mayoría es un líquido cubierto por una costra delgada, sólida y flexible. En consecuencia las fuerzas de marea debidas a la Luna y el Sol producen mareas en la Tierra al igual que en el Océano. Dos veces al día la superficie solida terrestre sube y baja ¡25 centímetros! En consecuencia los terremotos y las erupciones volcánicas tienen una probabilidad un poco mayor de ocurrir cuando la Tierra está en una marea viva terrestre, es decir cerca de una Luna nueva o una Luna llena.

Y cómo demuestra esto la esfericidad de la tierra?
En primer lugar, es una buena manera de demostrar la existencia de la GRAVEDAD. El tirón gravitatorio de la luna y el sol nos demuestra que son cuerpos masivos, de gran tamaño. En segundo término, digamos que con las dimensiones que los tierraplanistas le asignan a la luna y el sol, sería absolutamente imposible que se produjeran las mareas. 

lunes, 12 de diciembre de 2016

Demostración V de la Tierra esférica

Una forma realmente sencilla de demostrar que la tierra es una esfera que gira, la encontramos en el movimiento de las estrellas. El comportamiento de los cielos nocturnos en ambos hemisferios es completamente diferente

El Hemisferio Norte
Los tierraplanistas saben que en el cielo nocturno del Hemisferio Norte gira alrededor de la estrella Polar (o Polaris). Está está ubicada casi exactamente sobre el polo norte geográfico.



A propósito de polaris, digamos que los defensores de la Tierra Plana afirman que los movimientos de la tierra deberían desplazarla de su sitio de honor casi en el centro del cielo nocturno. 

la Estrella Polar, según las mediciones más conservadoras está aproximadamente a unos 323 años luz de distancia. Convirtamos esos 323 años luz a minutos:

Un año=365,25 días; 323 años equivalen entonces a 365.25 x 323 = 117.975 días, o 2.831.418 horas, o 169.885.080 minutos luz

Por otra parte, sabemos que el sol se encuentra a unos 150 millones de kilómetros de la tierra, por lo que considerando su órbita completa, está será de unos 300 millones de kilómetros, Siendo la velocidad de la luz de 300.000 km/s resulta entonces que la órbita tiene en total unos 1.000 segundos-luz de diámetro, o sea unos 16.667 minutos luz

Esto quiere decir que la distancia a la Estrella Polar es de 10.192.900 veces el diámetro de la órbita terrestre alrededor del sol. Para que se comprenda mejor, eso significa que si el diámetro de la órbita de nuestro planeta midiera solo UN METRO, Polaris estaría a 10.192,9 kilómetros de nosotros. Esto explica perfectamente por qué no apreciamos movimiento alguno.


Actualización 15 de julio de 2019
Nuevas y mucho más precisas mediciones hechas por la Misión Gaia de la Agencia Espacial Europea en 2018 han establecido que Polaris está a 447 +/- 1.6 años luz (Ver este enlace para conocer la noticia y si desea conocer más detalles, puede hacerlo directamente en la web de la Agencia Espacial Europea)

El Hemisferio Sur
Volviendo al asunto del giro del cielo nocturno, veamos qué ocurre en el hemisferio Sur

Hasta el momento no he recibido ninguna explicación plausible sobre la razón por la que en el hemisferio sur las estrellas giran en torno de Sigma Octantis, también conocida como Polaris Australis, Una estrella de poco brillo, sin el glamour de Polaris, pero allí está, muy cerca del polo sur celeste.

Click en la imagen para ampliar
Lo más interesante es que las estrellas no solo giran en torno a ese punto, sino que lo hacen en sentido inverso, algo que no puede tener sentido alguno en la tierra plana.


No hay mucho para agregar. Las evidencias están al alcance de quien quiera verlas.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

El evento de Tunguska

Aunque el evento que hemos de comentar no está directamente relacionado con el objetivo del blog, es interesante resaltar que casi cualquier explicación a lo sucedido el 30 de junio de 1908 en Siberia choca contra todos los postulados de la doctrina terraplanista.

Siberia es legendaria por su frío estepario y nevados paisajes… también mítica por ser tierra de destierros o la última morada de los desterrados por los zares o el régimen político gobernante. Lejos de todo esto, la región de Tunguska es mítica por un extraño suceso… una explosión de “algo” proveniente del cielo que arrasó toda la región a poco más de cien kilómetros de la población de Vanavara.


"Si se desea iniciar una conversación con alguien dentro del ambiente de los asteroides, lo único que se debe mencionar es Tunguska", dice Don Yeomans, director de la Oficina de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por su sigla en idioma inglés), en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. "Es la única entrada de un meteoroide en tiempos modernos de la cual tenemos narraciones presenciales" (y aún hoy, a más de cien años del acontecimiento, los científicos continúan hablando del tema).

A pesar de que el impacto ocurrió en 1908, la primera expedición científica que llegó al área lo hizo 19 años después. El gobierno Ruso inmediatamente no intento investigar el evento, ya que nadie había sido dañado y teniendo lugar la primera revolución rusa sólo tres años antes, las autoridades tenían otras cosas en sus mentes. En 1921, la Academia Rusa de Ciencias nombro a Leonid Kulik, el jefe conservador de la colección de meteoritos del Museo de San Petersburgo, para dirigir una expedición de investigación. No obstante, las duras condiciones de la zona del interior de Siberia impidieron al equipo alcanzar el área de la explosión. En 1927, una nueva expedición, liderada otra vez por Kulik, logró finalmente alcanzar la meta.

"Al principio, los habitantes de la zona se mostraban renuentes a contarle a Kulik acerca del evento", dijo Yeomans. "Ellos creían que la explosión había sido una visita del dios Ogdy, que le había echado una maldición al área derribando árboles y matando animales".

Aunque se hizo muy difícil obtener testimonios de lo sucedido, la evidencia abundaba alrededor. Aproximadamente 2.100 kilómetros cuadrados (ochocientas millas cuadradas) de bosque quedaron partidas en dos. La taiga (bosque de coníferas) cerca del río Podkamennaya en Tunguska fue devastada: un estimado de 80 millones árboles fueron derribados en un patrón radial sobre el suelo. entre 20 y 25 km alrededor y miles se quemaron en un área de más de 1.300 kilómetros cuadrados.

El bosque de Tunguska luego de la explosión
El bosque hoy se ha recuperado, aunque todavía se encuentran recuerdos de la explosión, como estos dos árboles arrancados de raíz
Las personas fueron golpeadas desde sus pies y rompieron ventanas distantes a 400 km. Las estaciones sísmicas en toda Eurasia registraron la explosión, y fue detectada por el barógrafo inventado recientemente en el Reino Unido. En los Estados Unidos, el Observatorio de Monte Wilson y el Observatorio Astrofísico Smithsoniano informaron una disminución en la transparencia atmosférica que duró meses.

Según Yeomans,
"Esos árboles sirvieron como marcadores ya que señalaban la dirección directamente opuesta al epicentro de la explosión. Más tarde, cuando el equipo llegó al lugar del epicentro, cerca del Río Podkamennaya Tunguska, descubrió que los árboles estaban de pie, pero con sus ramas y sus cortezas completamente removidas. Parecía un bosque de postes de teléfono".
Eso requiere ondas de expansión de rápido movimiento capaces de romper las ramas de un árbol antes de que éstas puedan transferir el impulso del impacto al tronco. Treinta y siete años después de la explosión de Tunguska, se encontrarían árboles sin ramas en el lugar de otra fuerte explosión: Hiroshima, Japón.

Las expediciones de Kulik (quien viajó a Tunguska en tres ocasiones distintas) lograron hacer, finalmente, que algunos vecinos de la localidad hablaran. Uno de ellos fue un hombre en Vanavara, quien fue testigo de la explosión de calor mientras era despedido de su silla. Su testimonio:
"De pronto, en el cielo norteño... el cielo se partió en dos y, sobre el bosque, toda la parte norte del firmamento parecía cubierta por fuego... En ese momento, hubo un estallido en el cielo y un gran estrépito... Al estrépito lo siguió un sonido como de piedras que caían desde el cielo o de pistolas que disparaban. La tierra tembló."
La onda expansiva que se produjo como resultado pudo ser registrada por barómetros sensibles en lugares tan lejanos al epicentro como Inglaterra. Se formaron nubes densas sobre la región, a grandes altitudes, las cuales reflejaban la luz solar desde detrás del horizonte. Los cielos nocturnos brillaban y se recibieron informes de personas que afirmaban que podían leer el periódico afuera a la medianoche. En la localidad, cientos de renos, el sostén principal de los lugareños de Evenki, resultaron muertos; pero no hubo evidencia directa de que alguna persona pereciera en la explosión. Si hubiera ocurrido sobre una ciudad, cientos de miles de personas habrían muerto. Si el evento hubiera tenido lugar cuatro horas y 47 minutos más tarde, San Petersburgo habría desaparecido.

Se han propuesto distintas explicaciones para el misterio de Tunguska:

Asteroide:
Luego de transcurrido un siglo, algunos todavía debaten la causa del suceso y proponen distintos escenarios que podrían haber causado la explosión. Pero la teoría sobre la cual la mayoría concuerda es que en la mañana del 30 de junio de 1908, una roca espacial muy grande, de aproximadamente 37 metros de diámetro, penetró la atmósfera de Siberia y luego detonó en el cielo. 

Sin embargo, un cráter ha sido tentativamente identificado. Un equipo de investigadores italianos utilizo equipos acústicos para investigar el fondo del lago Cheko, unos cinco kilómetros al norte del presunto epicentro de la explosión. El estudio fue dirigido por Luca Gasperini, un geólogo del Instituto marino de ciencia de Bolonia, quien dijo, "la forma de embudo de la cuenca y las muestras de sus depósitos sedimentarios sugieren que el lago llena un cráter de impacto". Dijo que los resultados de su equipo indican que un fragmento de 10 metros de ancho del objeto se mantuvo viajando en la misma dirección después de la explosión. El trabajo del equipo fue publicado en la edición de agosto de 2007 de la revista “Terra Nova

Vista aérea del lago Cheko
Una expedición realizada por científicos rusos llegó a la conclusión de que el lago Cheko se formó antes de 1908, basado en sedimentos en el fondo del lago. El equipo de Gasperini afirma que estos grandes depósitos ya estaban presentes en el lugar en el momento del impacto. Al respecto se ha dicho que los resultados del equipo italiano eran "emocionantes" y justifican más estudios, pero si un fragmento grande golpeó el suelo, también habría miles de fragmentos más pequeños, que muchas búsquedas no han podido encontrar. También se ha señalado que alrededor del lago hay árboles cuya apariencia apunta a que tienen más de cien años

Numerosas expediciones a la zona han encontrado unos pocos fragmentos -pequeños nódulos de vidrio incrustados en los árboles caídos- que parecen pertenecer a asteroides rocosos que se han sobrecalentado. 

Se estima que el asteroide hizo su entrada a la atmósfera de la Tierra viajando a una velocidad de aproximadamente 53.900 kilómetros (33.500 millas) por hora. Durante su rápida caída, la roca espacial de casi 110.000 toneladas (220 millones de libras) calentó el aire a su alrededor hasta alcanzar una temperatura de 24.700 grados Celcius (44.500 grados en la escala Fahrenheit). A las 7:17 a.m. (hora local de Siberia), a una altitud cercana a los 8.500 metros (28.000 pies), la combinación de presión y calor provocó que el asteroide se fragmentara y se destruyera, produciendo de este modo una bola de fuego y liberando energía equivalente a alrededor de 185 bombas de Hiroshima.

"Es por eso que no hay un cráter de impacto", dijo Yeomans. "La mayor parte del asteroide se consume en la explosión".

Se estima que, en promedio, un asteroide del tamaño del de Tunguska penetrará la atmósfera de la Tierra una vez cada 300 años.

Cometa:
La teoría supone que un cuerpo celeste compuesto de hielo y polvo estalló y posteriormente quedó completamente vaporizado por el roce con la atmósfera terrestre, permitiendo que todo el hielo sublimara directamente a gas, que se dispersó por la atmósfera eliminando todo rastro de la explosión. Al comparar los sismogramas del fenómeno Tunguska, estos corresponden a una explosión con una potencia de 12 megatones a 8 km de altura al ser comparados con los de explosiones nucleares aéreas, la combinación de presión y calor hizo que el asteroide se fragmentara y auto-aniquilara a unos 8.500 metros de altura, creando un bólido y emitiendo la energía equivalente a unas 185 bombas de Hiroshima.

Mini agujero Negro:
Albert Jackson y Michael Ryan (Universidad de Texas) en 1973 creyeron haber encontrado la causa de la explosión de Tunguska, para ello dijeron que ese día de 1908 los ríos registraban el sentido de la corriente cambiado y que los árboles fueron arrancados por algo que los absorbió desde el cielo. Estos dos científicos afirmaron que si un agujero negro se acercara a nuestro planeta provocaría una explosión similar a la de Tunguska y las partículas ionizadas provocarían fenómenos luminiscentes en las noches terráqueas. Según Jackson y Ryan el agujero negro habría salido por el Atlántico Norte a 1800 kilómetros de Nueva Escocia (Canadá) y habría provocado cataclismos submarinos como desplazamientos de agua o Tsunamis (olas gigantes), la revista “Focus” en 1984 indicó que en 1908 se registraron en el Atlántico dichas anomalías submarinas…

Meteorito de antimateria:
La antimateria está constituida por partículas subatómicas con cargas contrarias a las de la materia, el electrón sería positivo y el protón negativo,el contacto entre materia y antimateria sería de el un aniquilamiento mutuo y la desintegración de las mismas. Fue en 1948 la revista “Nature” de la mano del norteamericano La Paz quién la descubrió. Se supone que una porción de antimateria de entre 300 y 400 gramos entró en nuestra atmósfera procedente de un paraíso de antimateria y originó la explosión. No se conoce ningún proceso por el cual se pueda formar antimateria en medio del espacio. El espacio del sistema estelar no está por completo vacío (tiene una mínima densidad de hidrógeno, así que tendría que haber una gran cantidad de antimateria para aguantar su viaje hasta la Tierra. Es difícil que existieran objetos así ya que su choque con el hidrógeno espacial, aún en su pequeña proporción, emitiría cantidades de energía significativamente perceptibles.

Explosión de un OVNI:
Se afirmó durante un tiempo que la fuente de energía de una nave espacial extraterrestre explotó causando una explosión nuclear de gran magnitud, sin embargo la teoría se cae por su propio peso pues no se encontraron restos de ningún tipo de nave alienígena. Existieron otras variantes como que se trató de un aterrizaje de emergencia con los sistemas de propulsión del OVNI a toda potencia, etc. 

La teoría de una nave espacial extraterrestre que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en la Tierra es probablemente la más fantasiosa y a la vez fascinante de todas ellas, sin embargo las primeras hipótesis se presentan como las más probables y lógicas para resolver un enigma que lleva más de 100 años.

Hay un par de explicaciones posibles que NO implican ingreso a la atmósfera de un objeto celeste.

Evento Tectónico Inusual:
El científico ruso Andrei Olkhovatov sostiene la teoría de que Tunguska fue "un suceso geofísico, asociado a procesos tectónicos"; un poderoso terremoto de enormes presiones, que también dieron lugar a los efectos atmosféricos registrados. Entrando en el pantanoso terreno de las opiniones personales, me resulta esta teoría poco convincente, ya que un terremoto difícilmente pudiera provocar una explosión atmosférica que pudiera derribar los árboles de manera que todos quedaran apuntando al centro del área afectada y dejando a algunos en pie, justamente en el epicentro del fenómeno.

Explosión de Gas Metano:
Esta teoría es defendida por Wolfgang Kundt, Astro-Físico de la Universidad de Bonn, en Alemania. Él sugiere que hasta 10 millones de toneladas de gas metano, de las profundidades de la corteza del planeta, podrían haber entrado en erupción en una tremenda explosión. Kundt cree que hay evidencia de una erupción semejante en Blake Ridge (USA).

Las otras explicaciones posibles, implican que "algo" vino del inexistente -según los defensores de la Tierra Plana- espacio exterior.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Demostración IV de la tierra esférica

Mucho tiempo antes de internet, mucho tiempo antes de la telefonía celular, mucho tiempo antes de las comunicaciones modernas, ya existían los radioaficionados. De hecho nacieron junto con la radio y fueron responsables de su impulso inicial.


En aquellos tiempos de los comienzos, los pioneros construían sus propios equipos en forma artesanal y con el correr de los años la tecnología fue poniendo a su disposición mejores materiales, no pocas veces desarrollados por los mismos radioaficionados que seguían construyendo en casa sus propios equipos.


Con la miniaturización, esa tradición fue decayendo hasta casi haber desaparecido, hoy muy pocas personas construyen sus propios equipos, pero los radioaficionados siguen tan vivos como siempre. 


No es mi propósito hablar aquí de los radioaficionados y su historia, solo me concentraré en la parte que se relaciona con el tema de la Tierra Plana

Digamos, eso sí, que entre los radioaficionados hay distintas actividades que interesan más a unos que a otros, y en ellas se enfocan, el conjunto de todas estas actividades forman la radioafición en su conjunto.

Por ejemplo, está el interesado en experimentar con la construcción de sus propios equipos, los que se concentran en ser capaces de poner en funcionamiento rápidamente estaciones de radio de campaña, generalmente instaladas en vehículos que han sido muchas veces esenciales en situaciones de desastres naturales, por ejemplo, los que buscan realizar comunicaciones casi imposibles con equipos de muy baja potencia, los que se dedican a métodos específicos de transmisión (como televisión, fax, radiotelegrafía) etc.

Hay un grupo que se dedica a comunicarse con tantos países como sea posible. Llevan meticulosamente la cuenta y son capaces de seguir durante semanas a una estación ubicada en algún destino particularmente difícil, solo para agregarlo a su lista.

Estas comunicaciones por radio a largas distancias se hacen fundamentalmente en lo que se conoce como onda corta (o HF) en frecuencias entre los 3 y los 30 MHz. Estas frecuencias se comportan de distintas maneras en sus rebotes en la ionosfera por lo que, dependiendo de cuál es el lugar con el que se busca contactar, será la frecuencia más apropiada, que suele ser distinta según sea de día o de noche.


Para optimizar las posibilidades, es habitual el uso de antenas direccionales, similares en su concepción a las antenas de TV que estamos acostumbrados a ver; la diferencia más notable es que las antenas de TV, una vez apuntadas al origen de las señales que queremos ver se dejan fijas, mientras que las de comunicaciones, deben de poder orientarse cada vez que se quiera elegir un destino diferente.


Para ello se requiere de un rotor montado en la base de la antena y de un comando que permita elegir exactamente hacia dónde dirigirla. En la imagen vemos uno de esos comandos, perteneciente a una estación de radioaficionado ubicada en España, se puede ver claramente el mapa azimutal con centro en España;


Este mapa es particularmente útil para saber en qué dirección “mirar” para alcanzar cualquier punto en la superficie terrestre. Por supuesto, cada radioaficionado alrededor del mundo tiene mapas con proyecciones azimutales centrados en su propia ubicación, como por ejemplo este, con centro en la ciudad de Posadas, en el norte de Argentina.


Es el mismo mapa, pero centrado en el polo norte, que los tierraplanistas reclaman como el mapa de la Tierra Plana.

Aquí encontramos un interesante problema para la Tierra Plana. Supongamos que desde Argentina quiero comunicarme con la India. Según mi mapa azimutal, debo orientar mi antena apuntando al este (azimut 090)


Sin embargo, si la tierra fuera como en el mapa TP, apuntar al este solo encontraría el océano; para comunicar con la India, debería apuntar la antena casi hacia el norte, y saben que? Así no funciona...


Ocasionalmente, en estas comunicaciones suele aparecer un molesto inconveniente: La señal alcanza su destino a través de dos rutas diferentes. La primera, por el camino más corto entre el transmisor (T) y el receptor (R), pero también por camino más largo rodeando la tierra completamente. Es un inconveniente porque al recorrer distintas distancias, cada señal tarda un tiempo diferente en llegar a su destino, no es mucha la diferencia, algo más de una décima de segundo, pero lo suficiente como para distorsionar la señal. Incluso puede ocurrir que la señal llegada a través del camino más largo llegue con mayor intensidad debido a las condiciones de propagación que encuentra en su camino.  Si bien se trata de algo que se considera un inconveniente, para nuestro estudio resulta de gran utilidad, ya que a menos que creamos que las señales de radio viajan en círculos, demuestra la esfericidad terrestre.


Aparte de las comunicaciones en HF, los radioaficionados utilizan frecuencias en las bandas de VHF (30 a 300 MHz) y UHF (0.3 GHz a 3 GHz) En estas bandas, las señales rara vez son reflejadas por la ionosfera, por lo que su alcance sólo puede extenderse utilizando estaciones repetidoras y/o elevando las antenas tanto como sea posible (por ello es que los canales de televisión buscan poner sus antenas transmisoras en lo alto de los edificios más altos, por ejemplo, y en las casas alejadas de la ciudad también se busca ganar toda la altura posible elevando las antenas)



Sin embargo, quedan dos posibilidades para comunicarse a largas distancias en estas bandas. La primera, es a través del uso de satélites en órbita al servicio de los radioaficionados. Hay muchos de ellos. Básicamente lo que hacen es recibir las señales enviadas desde tierra y retransmitirlas, tal como lo haría la estación repetidora en lo alto de una montaña como se ve en la imagen anterior. Buen ejemplo de lo comentado puede verse en este enlace.

En la imagen siguiente podemos ver unas antenas destinadas a las comunicaciones a través de satélites.


La diferencia con las antenas de HF mencionadas antes, es que aquí las antenas deben poder orientarse en dirección (azimut) y altura, por lo que necesitan de dos motores para hacerlo, se pueden controlar manualmente con una consola como la que se muestra aquí:


Aunque también puede automatizarse y controlarlo desde una PC, que tenga cargados los pasos de los satélites.

Dicho sea de paso, hay una estación de radioaficionado a bordo de la ISS. Quienes consiguen comunicarse con ella, reciben una tarjeta recordatoria como esta:


En resumen, cualquier radioaficionado sabe, por experiencia propia, que los satélites SI EXISTEN, lo que sería imposible en una tierra plana. Para los que estén pensando que en realidad son globos estratosféricos, piense como podrían completar su viaje alrededor de la Tierra plana en unos 90 minutos aproximadamente, antes de volver a aparecer desde el otro lado…

Pero hay más…
La segunda alternativa para obtener comunicaciones a largas distancias es utilizando a la luna como reflector de la señal. La idea es sencilla: Apuntar las antenas a la luna, enviar una señal de muy alta potencia (la luna no refleja toda la señal) y recoger el rebote en la estación receptora.


La señal tarda un poquito más de dos segundos en alcanzar la estación receptora. Lo que hemos visto nos ofrece algunas conclusiones muy interesantes a la hora de refutar la Tierra Plana:
  • La luna es un objeto sólido
  • Se encuentra aproximadamente a un segundo luz de distancia, la distancia media es de 384.000 kilómetros.
  • Si, durante  un eclipse, la luna puede interponerse entre la tierra y el sol, sabemos entonces que este se encuentra más lejos que la luna. (Ver el post "Demostración XII de la Tierra esférica"), el experimento de Eratóstenes solo funcionaría en la Tierra Plana si este estuviera a algo menos de 6.000 km de altura, lo que queda descartado por lo que acabamos de explicar.