miércoles, 7 de diciembre de 2016

El evento de Tunguska

Aunque el evento que hemos de comentar no está directamente relacionado con el objetivo del blog, es interesante resaltar que casi cualquier explicación a lo sucedido el 30 de junio de 1908 en Siberia choca contra todos los postulados de la doctrina terraplanista.

Siberia es legendaria por su frío estepario y nevados paisajes… también mítica por ser tierra de destierros o la última morada de los desterrados por los zares o el régimen político gobernante. Lejos de todo esto, la región de Tunguska es mítica por un extraño suceso… una explosión de “algo” proveniente del cielo que arrasó toda la región a poco más de cien kilómetros de la población de Vanavara.


"Si se desea iniciar una conversación con alguien dentro del ambiente de los asteroides, lo único que se debe mencionar es Tunguska", dice Don Yeomans, director de la Oficina de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por su sigla en idioma inglés), en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. "Es la única entrada de un meteoroide en tiempos modernos de la cual tenemos narraciones presenciales" (y aún hoy, a más de cien años del acontecimiento, los científicos continúan hablando del tema).

A pesar de que el impacto ocurrió en 1908, la primera expedición científica que llegó al área lo hizo 19 años después. El gobierno Ruso inmediatamente no intento investigar el evento, ya que nadie había sido dañado y teniendo lugar la primera revolución rusa sólo tres años antes, las autoridades tenían otras cosas en sus mentes. En 1921, la Academia Rusa de Ciencias nombro a Leonid Kulik, el jefe conservador de la colección de meteoritos del Museo de San Petersburgo, para dirigir una expedición de investigación. No obstante, las duras condiciones de la zona del interior de Siberia impidieron al equipo alcanzar el área de la explosión. En 1927, una nueva expedición, liderada otra vez por Kulik, logró finalmente alcanzar la meta.

"Al principio, los habitantes de la zona se mostraban renuentes a contarle a Kulik acerca del evento", dijo Yeomans. "Ellos creían que la explosión había sido una visita del dios Ogdy, que le había echado una maldición al área derribando árboles y matando animales".

Aunque se hizo muy difícil obtener testimonios de lo sucedido, la evidencia abundaba alrededor. Aproximadamente 2.100 kilómetros cuadrados (ochocientas millas cuadradas) de bosque quedaron partidas en dos. La taiga (bosque de coníferas) cerca del río Podkamennaya en Tunguska fue devastada: un estimado de 80 millones árboles fueron derribados en un patrón radial sobre el suelo. entre 20 y 25 km alrededor y miles se quemaron en un área de más de 1.300 kilómetros cuadrados.

El bosque de Tunguska luego de la explosión
El bosque hoy se ha recuperado, aunque todavía se encuentran recuerdos de la explosión, como estos dos árboles arrancados de raíz
Las personas fueron golpeadas desde sus pies y rompieron ventanas distantes a 400 km. Las estaciones sísmicas en toda Eurasia registraron la explosión, y fue detectada por el barógrafo inventado recientemente en el Reino Unido. En los Estados Unidos, el Observatorio de Monte Wilson y el Observatorio Astrofísico Smithsoniano informaron una disminución en la transparencia atmosférica que duró meses.

Según Yeomans,
"Esos árboles sirvieron como marcadores ya que señalaban la dirección directamente opuesta al epicentro de la explosión. Más tarde, cuando el equipo llegó al lugar del epicentro, cerca del Río Podkamennaya Tunguska, descubrió que los árboles estaban de pie, pero con sus ramas y sus cortezas completamente removidas. Parecía un bosque de postes de teléfono".
Eso requiere ondas de expansión de rápido movimiento capaces de romper las ramas de un árbol antes de que éstas puedan transferir el impulso del impacto al tronco. Treinta y siete años después de la explosión de Tunguska, se encontrarían árboles sin ramas en el lugar de otra fuerte explosión: Hiroshima, Japón.

Las expediciones de Kulik (quien viajó a Tunguska en tres ocasiones distintas) lograron hacer, finalmente, que algunos vecinos de la localidad hablaran. Uno de ellos fue un hombre en Vanavara, quien fue testigo de la explosión de calor mientras era despedido de su silla. Su testimonio:
"De pronto, en el cielo norteño... el cielo se partió en dos y, sobre el bosque, toda la parte norte del firmamento parecía cubierta por fuego... En ese momento, hubo un estallido en el cielo y un gran estrépito... Al estrépito lo siguió un sonido como de piedras que caían desde el cielo o de pistolas que disparaban. La tierra tembló."
La onda expansiva que se produjo como resultado pudo ser registrada por barómetros sensibles en lugares tan lejanos al epicentro como Inglaterra. Se formaron nubes densas sobre la región, a grandes altitudes, las cuales reflejaban la luz solar desde detrás del horizonte. Los cielos nocturnos brillaban y se recibieron informes de personas que afirmaban que podían leer el periódico afuera a la medianoche. En la localidad, cientos de renos, el sostén principal de los lugareños de Evenki, resultaron muertos; pero no hubo evidencia directa de que alguna persona pereciera en la explosión. Si hubiera ocurrido sobre una ciudad, cientos de miles de personas habrían muerto. Si el evento hubiera tenido lugar cuatro horas y 47 minutos más tarde, San Petersburgo habría desaparecido.

Se han propuesto distintas explicaciones para el misterio de Tunguska:

Asteroide:
Luego de transcurrido un siglo, algunos todavía debaten la causa del suceso y proponen distintos escenarios que podrían haber causado la explosión. Pero la teoría sobre la cual la mayoría concuerda es que en la mañana del 30 de junio de 1908, una roca espacial muy grande, de aproximadamente 37 metros de diámetro, penetró la atmósfera de Siberia y luego detonó en el cielo. 

Sin embargo, un cráter ha sido tentativamente identificado. Un equipo de investigadores italianos utilizo equipos acústicos para investigar el fondo del lago Cheko, unos cinco kilómetros al norte del presunto epicentro de la explosión. El estudio fue dirigido por Luca Gasperini, un geólogo del Instituto marino de ciencia de Bolonia, quien dijo, "la forma de embudo de la cuenca y las muestras de sus depósitos sedimentarios sugieren que el lago llena un cráter de impacto". Dijo que los resultados de su equipo indican que un fragmento de 10 metros de ancho del objeto se mantuvo viajando en la misma dirección después de la explosión. El trabajo del equipo fue publicado en la edición de agosto de 2007 de la revista “Terra Nova

Vista aérea del lago Cheko
Una expedición realizada por científicos rusos llegó a la conclusión de que el lago Cheko se formó antes de 1908, basado en sedimentos en el fondo del lago. El equipo de Gasperini afirma que estos grandes depósitos ya estaban presentes en el lugar en el momento del impacto. Al respecto se ha dicho que los resultados del equipo italiano eran "emocionantes" y justifican más estudios, pero si un fragmento grande golpeó el suelo, también habría miles de fragmentos más pequeños, que muchas búsquedas no han podido encontrar. También se ha señalado que alrededor del lago hay árboles cuya apariencia apunta a que tienen más de cien años

Numerosas expediciones a la zona han encontrado unos pocos fragmentos -pequeños nódulos de vidrio incrustados en los árboles caídos- que parecen pertenecer a asteroides rocosos que se han sobrecalentado. 

Se estima que el asteroide hizo su entrada a la atmósfera de la Tierra viajando a una velocidad de aproximadamente 53.900 kilómetros (33.500 millas) por hora. Durante su rápida caída, la roca espacial de casi 110.000 toneladas (220 millones de libras) calentó el aire a su alrededor hasta alcanzar una temperatura de 24.700 grados Celcius (44.500 grados en la escala Fahrenheit). A las 7:17 a.m. (hora local de Siberia), a una altitud cercana a los 8.500 metros (28.000 pies), la combinación de presión y calor provocó que el asteroide se fragmentara y se destruyera, produciendo de este modo una bola de fuego y liberando energía equivalente a alrededor de 185 bombas de Hiroshima.

"Es por eso que no hay un cráter de impacto", dijo Yeomans. "La mayor parte del asteroide se consume en la explosión".

Se estima que, en promedio, un asteroide del tamaño del de Tunguska penetrará la atmósfera de la Tierra una vez cada 300 años.

Cometa:
La teoría supone que un cuerpo celeste compuesto de hielo y polvo estalló y posteriormente quedó completamente vaporizado por el roce con la atmósfera terrestre, permitiendo que todo el hielo sublimara directamente a gas, que se dispersó por la atmósfera eliminando todo rastro de la explosión. Al comparar los sismogramas del fenómeno Tunguska, estos corresponden a una explosión con una potencia de 12 megatones a 8 km de altura al ser comparados con los de explosiones nucleares aéreas, la combinación de presión y calor hizo que el asteroide se fragmentara y auto-aniquilara a unos 8.500 metros de altura, creando un bólido y emitiendo la energía equivalente a unas 185 bombas de Hiroshima.

Mini agujero Negro:
Albert Jackson y Michael Ryan (Universidad de Texas) en 1973 creyeron haber encontrado la causa de la explosión de Tunguska, para ello dijeron que ese día de 1908 los ríos registraban el sentido de la corriente cambiado y que los árboles fueron arrancados por algo que los absorbió desde el cielo. Estos dos científicos afirmaron que si un agujero negro se acercara a nuestro planeta provocaría una explosión similar a la de Tunguska y las partículas ionizadas provocarían fenómenos luminiscentes en las noches terráqueas. Según Jackson y Ryan el agujero negro habría salido por el Atlántico Norte a 1800 kilómetros de Nueva Escocia (Canadá) y habría provocado cataclismos submarinos como desplazamientos de agua o Tsunamis (olas gigantes), la revista “Focus” en 1984 indicó que en 1908 se registraron en el Atlántico dichas anomalías submarinas…

Meteorito de antimateria:
La antimateria está constituida por partículas subatómicas con cargas contrarias a las de la materia, el electrón sería positivo y el protón negativo,el contacto entre materia y antimateria sería de el un aniquilamiento mutuo y la desintegración de las mismas. Fue en 1948 la revista “Nature” de la mano del norteamericano La Paz quién la descubrió. Se supone que una porción de antimateria de entre 300 y 400 gramos entró en nuestra atmósfera procedente de un paraíso de antimateria y originó la explosión. No se conoce ningún proceso por el cual se pueda formar antimateria en medio del espacio. El espacio del sistema estelar no está por completo vacío (tiene una mínima densidad de hidrógeno, así que tendría que haber una gran cantidad de antimateria para aguantar su viaje hasta la Tierra. Es difícil que existieran objetos así ya que su choque con el hidrógeno espacial, aún en su pequeña proporción, emitiría cantidades de energía significativamente perceptibles.

Explosión de un OVNI:
Se afirmó durante un tiempo que la fuente de energía de una nave espacial extraterrestre explotó causando una explosión nuclear de gran magnitud, sin embargo la teoría se cae por su propio peso pues no se encontraron restos de ningún tipo de nave alienígena. Existieron otras variantes como que se trató de un aterrizaje de emergencia con los sistemas de propulsión del OVNI a toda potencia, etc. 

La teoría de una nave espacial extraterrestre que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en la Tierra es probablemente la más fantasiosa y a la vez fascinante de todas ellas, sin embargo las primeras hipótesis se presentan como las más probables y lógicas para resolver un enigma que lleva más de 100 años.

Hay un par de explicaciones posibles que NO implican ingreso a la atmósfera de un objeto celeste.

Evento Tectónico Inusual:
El científico ruso Andrei Olkhovatov sostiene la teoría de que Tunguska fue "un suceso geofísico, asociado a procesos tectónicos"; un poderoso terremoto de enormes presiones, que también dieron lugar a los efectos atmosféricos registrados. Entrando en el pantanoso terreno de las opiniones personales, me resulta esta teoría poco convincente, ya que un terremoto difícilmente pudiera provocar una explosión atmosférica que pudiera derribar los árboles de manera que todos quedaran apuntando al centro del área afectada y dejando a algunos en pie, justamente en el epicentro del fenómeno.

Explosión de Gas Metano:
Esta teoría es defendida por Wolfgang Kundt, Astro-Físico de la Universidad de Bonn, en Alemania. Él sugiere que hasta 10 millones de toneladas de gas metano, de las profundidades de la corteza del planeta, podrían haber entrado en erupción en una tremenda explosión. Kundt cree que hay evidencia de una erupción semejante en Blake Ridge (USA).

Las otras explicaciones posibles, implican que "algo" vino del inexistente -según los defensores de la Tierra Plana- espacio exterior.

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