Ya sabemos que los tierraplanistas creen en cualquier cuento referido a las conspiranoias, aunque muchas veces se anulen entre sí. Por ejemplo, no es raro que citen al famoso diario del Almirante Byrd, donde éste habría dejado constancia de haber hallado una entrada a la Tierra Hueca. No les importa -o no advierten- que la Tierra Hueca y la Tierra Plana son excluyentes entre sí. No les molesta esse detalle. Cualquier cosa es válida mientras sea ser todo un conspiranoico y atribuirle toda clase de propósitos siniestros a la masonería, los Illuminati, los judíos, la NASA y toda una larga lista de etcéteras.
Así, no es casual que sean convencidos defensores de las teorías del "Holocuento", el HAARP, el Proyecto "Blue Beam", entre otros
Por ejemplo, en el año 2016, apareció una publicación en un grupo de Facebook manejado por tierraplanistas. En ella, un Terraplano fanático, El Sr. Franco "Tarkus" Bagala (rojo), presentó un video de una de las personas cayendo desde lo alto de una de las torres derribadas el 11-S cuestionando la física de su caída como parte de su argumentación en contra de la ley de la gravedad. Llega al increíble extremo de negar que haya existido algún avión... Como siempre, la CGI es responsable de todo, incluso de los aviones que se estrellaron. No importa que miles de personas estuvieran viendo lo que ocurría con sus propios ojos. Todo es parte de La Conspiración.
Los comentarios en esta publicación fueron muchas, solo seleccioné algunos, algunos de los del Sr. Leonardo "Verde" (no recuerdo su apellido) en nombre de la racionalidad y algunos del Sr. Teddy Basura (azul) y uno de los del "comandante" Héctor Requena (violeta), quien alega ser piloto de aviones.
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Los atentados del 11 de septiembre de 2001 (denominados comúnmente como 9/11) fueron una serie de atentados terroristas suicidas cometidos aquel día en los Estados Unidos, por miembros de la red yihadista Al Qaeda mediante el secuestro de aviones de línea para ser impactados contra varios objetivos y que causaron la muerte a cerca de 3000 personas y a otras 6000 heridas, así como la destrucción del entorno del World Trade Center en Nueva York y graves daños en el Pentágono, en el Estado de Virginia, siendo el episodio que precedería a la guerra de Afganistán y a la adopción por el Gobierno estadounidense y sus aliados de la política denominada Guerra contra el terrorismo.
Los atentados fueron atribuidos a diecinueve miembros de la red yihadista Al-Qaeda, divididos en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un terrorista piloto que se encargaría de pilotar el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los aviones de los vuelos 11 de American Airlines y 175 de United Airlines fueron los primeros en ser secuestrados, siendo ambos estrellados contra las dos torres gemelas del World Trade Center, el primero contra la torre Norte y el segundo poco después contra la Sur, provocando que ambos rascacielos se derrumbaran en las dos horas siguientes.
El tercer avión secuestrado pertenecía al vuelo 77 de American Airlines y fue empleado para ser impactado contra una de las fachadas del Pentágono, en Virginia. El cuarto avión, perteneciente al vuelo 93 de United Airlines, no alcanzó ningún objetivo al resultar estrellado en campo abierto, cerca de Shanksville, en Pensilvania, tras perder el control en cabina como consecuencia del enfrentamiento de los pasajeros y tripulantes con el comando terrorista. Tendría como eventual objetivo el Capitolio de los Estados Unidos, ubicado en la ciudad de Washington.
Los atentados causaron más de 6000 heridos, la muerte de 2973 personas y la desaparición de otras 24, resultando muertos igualmente los 19 terroristas.
Los atentados, que fueron condenados inmediatamente como horrendos ataques terroristas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se caracterizaron por el empleo de aviones comerciales como armamento, provocando una reacción de temor generalizado en todo el mundo y particularmente en los países occidentales, que alteró desde entonces las políticas internacionales de seguridad aérea.
El tercer avión secuestrado pertenecía al vuelo 77 de American Airlines y fue empleado para ser impactado contra una de las fachadas del Pentágono, en Virginia. El cuarto avión, perteneciente al vuelo 93 de United Airlines, no alcanzó ningún objetivo al resultar estrellado en campo abierto, cerca de Shanksville, en Pensilvania, tras perder el control en cabina como consecuencia del enfrentamiento de los pasajeros y tripulantes con el comando terrorista. Tendría como eventual objetivo el Capitolio de los Estados Unidos, ubicado en la ciudad de Washington.
Los atentados causaron más de 6000 heridos, la muerte de 2973 personas y la desaparición de otras 24, resultando muertos igualmente los 19 terroristas.
Los atentados, que fueron condenados inmediatamente como horrendos ataques terroristas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se caracterizaron por el empleo de aviones comerciales como armamento, provocando una reacción de temor generalizado en todo el mundo y particularmente en los países occidentales, que alteró desde entonces las políticas internacionales de seguridad aérea.
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Las teorías conspirativas
Han pasado varios años desde los ataques del 11 de septiembre, pero todavía hay muchas preguntas sin resolver y las teorías conspirativas siguen sonando con fuerza.
Un sondeo telefónico realizado por la firma GfK NOP para la serie televisiva de la BBC "The Conspiracy Files" in 2011 encontró que el 15% de los estadounidenses encuestados están convencidos de que el gobierno de Estados Unidos, entonces liderado por George W. Bush, estuvo involucrado en los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York. En el Reino Unido, el porcentaje de quienes se mostraron escépticos de los reportes oficiales alcanzó el 14%.
La investigación, en la que participaron mil personas en Estados Unidos y otras mil en el Reino Unido, también encontró que los jóvenes son particularmente dados a creer que hubo una conspiración en la que participó el gobierno en Washington. Un cuarto de los encuestados entre 16 y 24 años no cree la versión oficial de que Al Qaeda fue el responsable y, por el contrario, dio credibilidad a algunas de las teorías conspirativas que han aparecido en la última década.
Desde los atentados ha habido numerosos reportes oficiales (la Comisión del 11 de septiembre, investigaciones del Congreso de Estados Unidos y reportes del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología), ninguno de los cuales ha encontrado pruebas de una conspiración.
Estas son algunas de esas versiones alternativas que abundan en la red, contrastadas con las versiones oficiales.
La interceptación de los aviones
La pregunta: ¿Por qué la fuerza aérea de Estados Unidos, que es la más poderosa del mundo, no pudo interceptar los cuatro aviones que fueron secuestrados?
La teoría conspiranoica: El entonces vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, ordenó a los militares no interceptar las aeronaves.
La versión oficial: Se trató de un inusual caso de piratería aérea y el transpondedor, que emite señales para determinar la ubicación exacta del avión, fue apagado o modificado.
Además, ese día se llevó a cabo un ejercicio rutinario de entrenamiento militar en el comando de defensa aérea de Estados Unidos.
El controlador de tráfico aéreo Colin Scoggins estuvo en contacto constante con los militares. Hubo confusión y falta de comunicación entre la Administración Federal de Aviación y las Fuerzas Armadas.
Los equipos militares también estaban obsoletos y apuntaban hacia el océano para enfrentar una amenaza de la Guerra Fría.
El colapso de las Torres Gemelas
La pregunta: ¿Por qué colapsaron tan rápidamente las Torres Gemelas, cuando los incendios sólo se presentaron en algunos pisos y duraron una o dos horas?
La teoría conspiranoica: Los aviones no ocasionaron la caída de las Torres Gemelas. Fue una demolición controlada. Para probar este argumento, algunas teorías resaltan el rápido colapso de los edificios (unos diez segundos), los incendios de corta duración (el de la segunda torre duró 56 minutos y el de la primera, 102) y sonidos de explosiones que se registraron antes del colapso.
La versión oficial: Los teóricos de la conspiración Afirman que los incendios declarados en las torres tras los impactos no pudieron fundir el acero. Ni falta que hizo. Los 37.000 litros de combustible de cada uno de los aviones ardieron a entre 1.100º C y 1.200ºC, mientras que para fundir acero se necesitan 1.510º C. Lo que los conspiranoicos ocultan, cuando sostienen que eso demuestra que no fueron los choques los que causaron los daños catastróficos y hablan de demoliciones controladas, es que el acero pierde ya resistencia a sólo 400º C y, si el fuego alcanza los 1.000º C, sólo retiene el 10% de su fortaleza original. Y, en cuanto se empezaron a debilitar las estructuras, ya dañadas por los choques, el colpaso final de los dos rascacielos era algo previsible. El largo fuego incontrolado fue, por su parte, la causa del posterior colapso del edificio 7, que estuvo siete horas en llamas antes de irse abajo.
Una extensa investigación del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, en Estados Unidos, concluyó que las aeronaves dañaron las columnas de soporte de los edificios y causaron que se desprendieran los aislamientos encargados de evitar la propagación del fuego.
Unos 38.000 litros de gasolina para avión se regaron en varios pisos y generaron los incendios, temperaturas de entre 800 y 1.000 grados centígrados hundieron los pisos y doblaron algunas columnas, generando en el proceso los sonidos de "explosiones".
Las demoliciones controladas siempre se llevan a cabo de abajo a arriba desde la base, pero el colapso de las Torres Gemelas comenzó desde los pisos superiores.
No hay evidencias de que haya habido cargas explosivas, a pesar de las búsquedas exhaustivas, ni hay razones para creer que algunas columnas se cortaron previamente. Estos procedimientos son comunes en demoliciones controladas.
El ataque al Pentágono
La pregunta: ¿Cómo pudo un piloto aficionado volar un avión comercial y, tras una maniobra complicada, estrellarlo contra un edificio prácticamente invulnerable, 78 minutos después del primer reporte sobre el posible secuestro del avión, y no dejar huella?
La teoría conspiranoica: No fue un avión Boeing 757 comercial el que chocó contra el edificio del Pentágono, sino un misil, una pequeña aeronave o un vehículo aéreo no tripulado. Pero desde cuando las evidencias mostraron que, en efecto, sí fue un avión comercial de American Airlines, la teoría se enfocó en cuestionar la maniobra del tripulante y en argumentar que no fue un piloto de al-Qaeda sino del mismo Pentágono.
Conspiranoicos como el ufólogo español Bruno Cardeñosa sostienen que no hay pruebas de que contra el Pentágono se estrellara un avión de pasajeros. Uno de los primeros en defender esta idea fue el francés Thierry Meyssan, en su libro 11 septembre: l’effroyable imposture (11 de septiembre. La gran impostura). Sin embargo, ellos, a su vez, no presentan ninguna prueba de que el Vuelo 77 corriera otra suerte.
Conspiranoicos como el ufólogo español Bruno Cardeñosa sostienen que no hay pruebas de que contra el Pentágono se estrellara un avión de pasajeros. Uno de los primeros en defender esta idea fue el francés Thierry Meyssan, en su libro 11 septembre: l’effroyable imposture (11 de septiembre. La gran impostura). Sin embargo, ellos, a su vez, no presentan ninguna prueba de que el Vuelo 77 corriera otra suerte.
La versión oficial: Restos del avión, además de la caja negra, fueron encontrados en el sitio del atentado y fueron catalogados por el FBI.
Parte del tren de aterrizaje |
La realidad es que la mayor parte del avión quedó pulverizado al chocar contra las columnas de la estructura interior del edificio, pero, entre los restos desperdigados por el exterior, se encontró parte del tren de aterrizaje del aparato. A no ser que Cardeñosa y Meyssan -tan listos ellos- sepan algo que el resto de los mortales ignora, los misiles no llevan tren de aterrizaje. Además, 184 de los 189 viajeros y tripulantes -incluidos los cinco terroristas- fueron identificados mediante pruebas de ADN a partir de restos recuperados entre las ruinas del cuartel general estadounidense. “Tuve en mis manos parte de los uniformes de los miembros de la tripulación, incluyendo partes del cuerpo”, reconocía hace cinco años el experto en explosiones Allyn E. Kilsheimer.
Aunque algunos videos iniciales no mostraron una gran cantidad de escombros, imágenes posteriores sí revelaron tanto partes de la aeronave como postes de luz rotos, lo que sería una señal de la trayectoria del avión. Los daños en la fachada del cuartel general estadounidense parecen, realmente, pocos para haber sido producidos por un Boeing 757, pero tiene una fácil explicación: las alas del aparato se destruyeron antes de que éste impactara contra el edificio. Por si hubiera dudas, las simulaciones informáticas confirman que la colisión ocurrió así.
Restos de la tripulación y de los pasajeros fueron identificados a través del ADN y testigos relataron cómo el avión chocó contra el Pentágono.
El cuarto avión - El vuelo 93 de United Airlines
La pregunta: ¿Por qué resultó tan pequeño el lugar del choque en Shanksville, Pensilvania, y por qué no se registraron los escombros del avión?
El cuarto avión se estrelló en Pensilvania, en campo abierto, tras una pelea entre los secuestradores y los pasajeros.
La teoría conspiranoica: El vuelo 93 de United Airlines, que fue el único que no alcanzó su objetivo (Washington), fue derribado por un misil y se desintegró en el aire, lo que ocasionó que los restos se desperdigaran en un área extensa.
La versión oficial: Hay fotografías que muestran los escombros del avión y la caja negra. Esta última indica que hubo una revuelta de los pasajeros, que intentaron tomar el control del avión, por lo que los secuestradores deliberadamente lo estrellaron.
Una teoría inicial que indicó que los escombros del avión estaban esparcidos en un área de varias millas a la redonda resultó falsa. En realidad fue el viento que dispersó restos ligeros como papel o material aislante.
Además, las Fuerzas Militares nunca ordenaron a la Fuerza Aérea derribar el avión comercial.
La torre 7 del World Trade Center
La pregunta: ¿Cómo pudo un rascacielos que no fue golpeado por un avión colapsar de manera tan rápida y simétrica, cuando ningún otro rascacielos con bases de acero ha colapsado a causa del fuego?
La pregunta: ¿Cómo pudo un rascacielos que no fue golpeado por un avión colapsar de manera tan rápida y simétrica, cuando ningún otro rascacielos con bases de acero ha colapsado a causa del fuego?
La teoría conspiranoica: La torre 7 del World Trade Center se derrumbó de manera controlada y para tal efecto se utilizaron tanto explosivos como bombas incendiarias, mientras que los aviones chocaban contra las torres.
Inicialmente la teoría se centró en la frase "pull it", que pronunció el dueño del edificio, Larry Silverstein, durante una entrevista y que supuestamente se refiere, en la jerga de quienes utilizan explosivos, a la orden de accionar una bomba. En realidad, los expertos en demoliciones no utilizan ese término y Silverstein estaba hablando de retirar ("pull back") a los bomberos.
Científicos dicen haber encontrado rastros de una composición pirotécnica en el polvo de los escombros. La versión oficial los desmiente.
Ahora, las preguntas se refieren a la velocidad del derrumbe, que en 2,25 segundos cayó casi en caída libre. Quienes creen en esta teoría argumentan que sólo el uso de explosivos puede hacer colapsar una torre tan rápida y simétricamente.
Algunos científicos han buscado muestras de polvo de la zona del desastre y dicen haber encontrado muestras de termita, una composición pirotécnica. Dicen que toneladas de termita fueron instaladas no sólo en la torre siete, sino en todas las Torres Gemelas.
La versión oficial: Después de tres años de investigación, el Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST) estadounidense concluyó que el combustible en llamas de los aviones cayó por los conductos de servicio y los huecos de los ascensores, extendiendo los daños a zonas de los rascacielos muy alejadas de los lugares de impacto. Lo mismo ocurrió en 1945 cuando un B-25 se estrelló contra el Empire State entre las plantas 78 y 80, y el combustible en llamas descendió por los huecos de los ascensores y causó graves daños en el hall del edificio.
No hay evidencia de material explosivo, ni hay grabaciones de explosiones que deberían haberse escuchado si se hubiera tratado de una demolición controlada.
Además, hay una explicación alternativa sobre el material pirotécnico: se trata de restos de base de pintura. Se estima que más de un millón de toneladas de materiales de construcción se pulverizaron en el World Trade Center, por lo que hay muchos minerales en el polvo. Investigaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos y del laboratorio RJ Lee no revelaron rastros de termita de ni otros explosivos.
Otros cuestionamientos
Los terroristas carecían de la preparación necesaria para pilotar aviones comerciales y hacer lo que hicieron. Los secuestradores de los cuatro aparatos no tuvieron que realizar las maniobras más complicadas: el despegue y el aterrizaje. Los cuatro terroristas pilotos contaban con las horas de vuelo necesarias para llevar un avión de varios motores y habían hecho prácticas en simuladores de grandes aparatos. Su baja pericia a los mandos se reflejó en los bandazos que daban las aeronaves secuestradas, pero sus objetivos eran lo suficientemente grandes y visibles desde larga distancia como para que su misión fuera relativamente sencilla. “No era algo difícil”, asegura Bryan Marsh, veterano instructor de la Escuela de Vuelo de Pilotos de Líneas Aéreas, en Debunking 9/11 myths.
El avión que chocó contra la Torre Sur del World Trade Center (WTC) llevaba adosada al fuselaje una bomba, un misil o un sistema de guía por control remoto. Los conspiranoicos aseguran que en algunas fotos y un vídeo del aparato que chocó contra la Torre Sur se ve en su panza, cerca del arranque del ala derecha, una especie de vaina que, al estar adosada al aparato y haber éste despegado sin problemas, demostraría que los atentados fueron planeados en Washington. Los peritos que han examinado esas imágenes no han encontrado ninguna prueba de algo extraño acoplado al fuselaje: se trata de un efecto óptico. Tampoco vieron nada los miles de personas que presenciaron el choque desde abajo en las calles de los alrededores. Además, los expertos puntualizan que armar una aeronave de pasajeros no es algo que pueda hacerse de la noche a la mañana. Según Fred E.C. Culick, profesor de aeronáutica del Instituto de Tecnología de California, adosar armas a un avión de línea exigiría un gran trabajo de cableado, corte y soldadura de metal. “No es como meter una maleta más en el coche”.
Las llamadas telefónicas de los pasajeros del Vuelo 93 son falsas porque, a más de 2.500 metros de altura, no podía haber cobertura para los móviles. Otra mentira más. Según la investigación de Popular Mechanichs, ya en 2001 era posible hablar por el móvil desde un avión de pasajeros en pleno vuelo. Diversos expertos confirmaban hace cinco años que la cobertura podría superar los 11.000 metros de altura. Paul Guckian, vicepresidente de la compañía de móviles Qualcomm, creía que la señal puede perderse hacia los 15.000 metros, cuando la altitud máxima que alcanzó el aparato de United Airlines que se estrelló en Shanksville (Pensilvania) fue de unos 12.500.
Naturalmente, siempre habrá quien continúe mintiendo a la opinión pública a cambio de dinero, que es de lo que en el fondo se trata cuando hablamos de falsas conspiraciones como las del 11-S y el 11-M. Pero ésa es otra historia.
Según Guillermo Fouces, doctor en psicología y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid:
"La creencia en estas teorías sólo es peligrosa desde el punto de vista de las sectas. El peligro sólo llega cuando se pasa de la creencia a la acción. Los grupos sectarios se basan en interpretaciones alternativas de la realidad, visiones conspirativas con las que se busca la manipulación de las mentes".
Los tierraplanistas son los campeones de los teóricos de las conspiraciones. Hemos visto cómo abordan el atentado del 11-S, pero no se detienen allí.
El calentamiento global, las vacunas, el Holocuento, el Blue Beam, los chemtrails y hasta el asesinato de JFK (que estaba por anunciar al mundo la verdad de la Tierra Plana) el proyecto MK Ultra y cualquier otra teoría la acogerán con convencido entusiasmo. Cualquier cosa... menos la ciencia.
Hola, soy Franco Bagala, un usuario de Facebook me enlazó este blog, aprovecho pues a hacerles una apuesta:
ResponderBorrar1)demostrar experimentalmente cualquiera de las dos cosas, a saber:
1) Lograr pandeo durante 56 minutos (tiempo que le llevó a la torre sur venirse abajo a "causa del fuego") a una réplica de alguna columna como las del WTC.
2)conseguir atravesar acero como el de las columnas exteriores del WTC mediante el uso de chapa de aluminio, bajo condiciones equivalentes a las descritas en la versión oficial. El valor de la apuesta es de U$$ 50.000 + el costo del experimento, a cargo del que pierde.
Lo siento, los efectos del fuego sobre el acero son conocidos desde hace mucho: https://en.wikipedia.org/wiki/Sherman%27s_neckties
BorrarNi siquiera te voy a exigir el dinero.
Por cierto, ni los aviones están compuestos exclusivamente de aluminio ni las Torres Gemelas eran un muro de acero. Tu segunda opción no se corresponde al asunto tratado.
Aún así, tienes ejemplos de otros imposibles en https://www.metabunk.org/how-could-the-planes-wings-penetrate-the-wtc.t3326/
Autoatentado de Falsa bandera 100% .. parece ser que tu cerebro no está compuesto de neuronas sino mas de bien de serrín.. Siempre será mas fácil engañar a los botarates que convencerlos de que fueron engañados..
BorrarTu profunda y sólida argumentación…XDDDD lo siento, no puedo. Hala con tu psicólogo, por favor.
BorrarQue tal cuentazo este de un avion atravesando un edificio. Es de locos el aceptar tal argumento. Un avión de aluminio y algun otro metal,..atravesó limpiamente un rascacielo que estaba hecho de cartón... para soportar la cargas de grandes volúmenes a gran altura y mantenerse incolume sin pandearse y caer...unos genios esos constructores que hicieron toda una estructura con sorbetes y palitos de helado...de tal modo que un avión los atraviese de lado a lado....... Eso es un chiste,...y los que dicen lo contrario no saben nada de estructuras de edificios,...de ingeniería...ni nada que se le parezca...
ResponderBorrar"Un avión de aluminio y algun otro metal"
BorrarEse otro metal incluye acero, titanio y otros materiales con tenacidades muy elevadas (no piensas que los motores del avión están hechos con papel de aluminio ¿verdad?)
"para soportar la cargas de grandes volúmenes a gran altura y mantenerse incolume sin pandearse y caer"
La resistencia de los rascacielos no es isotrópica: están diseñados principalmente para resistir cargas verticales.
"y los que dicen lo contrario no saben nada de estructuras de edificios,...de ingeniería...ni nada que se le parezca"
Me temo que, para poder opinar, tendrías que haber aprendido algo en la ingeniería que, supongo, has cursado. Porque has hecho arquitectura o ingeniería y no estás abriendo la bocaza sin tener ni idea ¿verdad?
pero que carajos acabo de leer jajaja todo el que lea esto sale mas confiado de lo que realmente paso, atentado de falsa bandera, atentado necesario para interferir en oriente, antes no tenían pretexto
ResponderBorrarAcabas de leer la realidad. Y la rechazas.
BorrarAsí es Marcos... siempre el gobierno habla con la verdad!! Que mal por nosotros atrevernos a dudar de las santas intenciones de tan admirados líderes.
ResponderBorrar¿Me has visto mencionar al gobierno? No ¿verdad?
Borrar¿Me has visto decir que los gobiernos siempre dicen la verdad? Tampoco
Céntrate en las evidencias, por favor.